Lejos quedan los años en los que Mallorca contaba con un equipo femenino en la máxima categoría española. Hasta ahora, la isla solo se ha visto representada en la élite por un equipo, y no es ni el RCD Mallorca ni el Atlético Baleares, los conjuntos mallorquines más conocidos en la actualidad. Este club es el Collerense, referente en el fútbol femenino, siendo uno de los que más ha apostado por el futfem desde su creación. A pesar de que se hayan cumplido seis años desde su última campaña en Primera División -fueron colistas en la 2015/16-, la representación mallorquina presente actualmente en la élite es, en gran parte, gracias a este humilde club.

Este fin de semana, el Cívitas Metropolitano abre de nuevo sus puertas al fútbol femenino. Atlético de Madrid y FC Barcelona se enfrentarán bajo la atenta mirada de miles de espectadores. Aun así, en este caso, lo principal no se encuentra en la grada, sino en el césped, ya que en el verde podrán coincidir hasta cuatro jugadoras mallorquinas. Patri Guijarro, Maitane López y Virginia Torrecilla están confirmadas para la ocasión, existiendo aún la duda de Mariona Caldentey, que se encuentra en el tramo final de una lesión. Cata Coll, por otro lado, tendrá que ver el encuentro desde la grada, ya que continúa recuperándose de la lesión de ligamento cruzado anterior que sufrió el pasado febrero. Todas, como no podía ser de otra forma, jugadoras que han vestido los colores del Collerense. Los menos habituales del fútbol femenino puede que estos nombres no los conozca, pero son de lo mejor que ha dado la isla.

Si miramos la trayectoria de cualquiera de las jugadoras mallorquinas de la Liga F (Primera División femenina), prácticamente todas tienen en común el “Colle”. Algunas, incluso, compartieron vestuario antes de dar el salto a la península. Este, por ejemplo, es el caso de Mariona, Patri Guijarro y Maitane, quienes dieron sus primeros pasos en la élite del fútbol femenino como “jabatas”. Las tres formaron parte de una medular que muchos quisieran tener en la actualidad, un centro del campo vestido de rojo que las puso ante los focos de algunos de los clubes más importantes de nuestro país. Mariona y Patri dieron el salto a un FC Barcelona en auge, un Barça que tenía como objetivo conseguir lo que ya ha conseguido en la actualidad. Maitane, por su parte, primero recaló en el Levante, pasó una temporada en la Real Sociedad y ahora es una pieza fundamental del Atlético de Madrid, que busca volver a la cabeza de la tabla.

De este trío, Mariona fue la primera en dejar la isla. El propio Barça afirma que fue “la revelación del campeonato” en su primera temporada vestida de azulgrana, un presagio de lo que vendría más tarde. En una foto que Mariona utilizó como despedida del Collerense con el texto “aquí, ahora y siempre”, salía una persona que apenas un año después volvería a ser su compañera, aunque no fuera defendiendo los colores del “Colle”. Tan solo un año después de la llegada de Mariona a Barcelona, el potencial de Patri Guijarro y el potencial que tenía el Barça femenino unieron sus caminos, algo que no podía salir mal. Con tan solo 17 años, Patri dejó la isla para hacer historia y convertirse en la primera chica en estudiar el Bachillerato en La Masía, formándose en un fútbol que, como se puede ver en la actualidad, va muy acorde a su juego. Ambas son consideradas dos de las mejores jugadoras del planeta en sus posiciones, siendo claves en todos los títulos cosechados por el FC Barcelona en la época reciente, incluyendo, por supuesto, la UEFA Women´s Champions League.

Ellas dos no fueron ni las primeras, ni las únicas, ni serán las últimas jugadoras que dejarían Mallorca para recalar en la Ciudad Condal. Este es el caso de Cata Coll, Rocío García o Lucía Corrales. Cata, a sus 21 años de edad, ya cuenta con alguna llamada a la selección española absoluta, además de un Mundial sub-17 -guante de oro incluido-, siendo una de las porteras con más futuro del panorama nacional. En el caso de Rocío García, hizo una escala en La Masía que le llevó en tan solo un año a la Liga F, siendo ahora jugadora del Villarreal.

Rocío llegó a estrenarse como goleadora en la máxima categoría del fútbol femenino español, precisamente contra el FC Barcelona, pero, hace prácticamente un mes, también sufrió una lesión de ligamento cruzado anterior, razón por la que ahora se encuentra alejada de los terrenos de juego. Por otro lado, encontramos el nombre de Lucía Corrales, una jugadora de la que se ha hablado hace poco. Primero estuvo en el Collerense, más tarde tuvo que lidiar con no poder jugar con el primer equipo del Atlético Baleares por su corta edad, y ahora defiende los colores azulgranas en la cantera del Barça. En FutbolMallorca pudimos hablar con ella después de marcar un gol histórico, un gol que llevaba a la selección española sub-17 a la final del Mundial, una final que acabarían ganando. Es por ello que Lucía forma parte de la historia de la Selección.

Teniendo la vista en el partido del domingo, también hay que hablar de las jugadoras que visten de rojiblanco. Maitane López cumple su segunda temporada como jugadora del Atlético de Madrid, siendo una de las jugadoras más importantes del conjunto que disputa sus partidos en Alcalá de Henares. En su caso, desde que partió de la isla ha probado suerte en el Levante, en la Real Sociedad y ahora en el Atleti. Tuvo que esperar para que llegase su primera convocatoria con la Selección, vio como la gente se volcaba con ella cuando no entró en la lista de la pasada Eurocopa, y ahora es una de las internacionales que venció a Estados Unidos, la mejor selección del mundo, por primera vez.

En el Atleti, la compañera de viaje mallorquina de Maitane no podría ser mejor, ya que comparte vestuario con Virginia Torrecilla, posiblemente una de las mayores referentes del fútbol femenino español, una jugadora que ha conseguido superar todo obstáculo que se le ha puesto enfrente. Ahora, Vir ya se puede hacer la coleta, símbolo de todo lo que ha tenido que pasar para volver a hacer lo que le gusta, jugar al fútbol. Rememorando su pasado, mientras las demás mallorquinas daban sus primeros pasos en la isla, Virginia Torrecilla ya defendía la camiseta del FC Barcelona. De hecho, echando la vista atrás podemos ver a Vir vestida de azulgrana enfrentándose a Patri Guijarro y Maitane.

Vir, tanto en la isla como fuera de ella, es una referente, tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo. Por supuesto, es un ejemplo para toda niña que sueña con jugar al fútbol, como en su día soñaban todas ellas. Además, no hay mejor modelo a seguir para otras dos mallorquinas presentes en la cantera rojiblanca: Karla Bermejo, que llegó esta temporada del Son Sardina, y Vicky Chica, que también aterrizó este pasado verano en Madrid procedente del Atlético Baleares.

El fútbol femenino mallorquín puede que no esté en su mejor momento en lo que a clubes se refiere, pero el futuro, refiriéndonos a jugadoras, está más que asegurado. En los mejores clubes españoles hay mallorquinas, razón de sobra para pensar en el gran porvenir que tenemos por delante. Por supuesto, no hay que olvidarse de otra jugadora mallorquina que representa a la isla en otro equipo de la capital: Ruth Álvarez, jugadora del Madrid CFF. Ella, al igual que las anteriormente citadas, ha sido una “jabata”.

El próximo domingo podremos ver a buena parte de las mallorquinas sobre el Metropolitano, una ocasión inmejorable para disfrutar o incluso iniciarse en el fútbol femenino. Este encuentro es la mejor ocasión para ver una representación amplia de Mallorca en la Liga F, pero quien sabe si, dentro de unos años, la isla contará con un equipo propio en la máxima categoría nacional, como en su día hizo el Collerense. El Atlético Baleares, líder de su grupo en Segunda RFEF, lucha por ello, y parece que hay motivos para soñar. Quizás ellos sean los que devuelvan la Primera División femenina a la isla, o quizá sea el RCD Mallorca si resucita su sección femenina. Ahora mismo, solo nos queda especular y disfrutar del partidazo que seguro que se vivirá el domingo en el Metropolitano. Patri Guijarro, Maitane López, Virginia Torrecilla, Mariona Caldentey… hay motivos de sobra para no perdérselo.

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