Alineaciones:

RCD Mallorca: Predrag Rajkovic, A. Raíllo, Pablo Maffeo, Copete, Valjent, J. Costa(Ludwig Augustinsson, 82′), R. de Galarreta, Lee Kang-In, Dani Rodríguez(Amath, 82′), Vedat Muriqi, Kadewere(Abdón, 58′).

Elche CF: Edgar Badía, Bigas, H.palacios, Gonzalo V.(Diego Glez, 73′), José Ángel Carmona(Tete, 44′), Mascarell, Gumbau, Fidel(Guti, 66′), C. Clerc, Randy Ntekja(Ezequiel Ponce, 59′), Lucas Boyé.

Goles: 0-1 Lucas Boyé (87′).

Árbitro: José Luís Munuera Montero asistido en bandas por Iñigo Prieto López De Cerain y Ramón Martínez Moreno, Antonio. 4º árbitro José David Martínez Montalbán. VAR David : Medié Jiménez. AVAR1 Jorge Figueroa Vázquez.

Tarjetas: amarilla para A. Raíllo(48′),Copete(64′) y Vedat Muriqi(76′) por el RCD Mallorca y para Randy Ntekja(10′), José Ángel Carmona(38′) y Lucas Boyé(64′) por el Eche FC.

Comentario:

El Elche se lleva los tres puntos de Son Moix en un partido trepidante, jugado de poder a poder. Los de Alicante dejaron claro que el empate no les servía para nada y se volcaron en busca del área rojilla en modo kamikaze, tal como once pilotos nipones.

El Mallorca, lejos de poner la pausa y el control necesario que su privilegiada posición le permite y desquiciar la ansiedad franjiverde, entró al trapo aceptando el intercambio de golpes, de forma absolutamente innecesaria.

Ante este escenario asistimos a un partido muy entretenido para un espectador neutral, un partido que bien pudiera haber acabado con empate a tres goles si no hubiera sido por el desacierto, en los metros finales, de los rojillos y las grandes intervenciones de Rajkovic.

Los dos equipos nos recordaron aquella filosofía de Claudio Ranieri cuando decía que sus equipos no quieren el balón, lo que quieren es llevarlo al área contraria lo más rápido posible y por el camino más corto. En definitiva partido donde los dos equipos, lo que menos pisaron fue el centro del campo en busca de un juego vertical.

El aficionado ilicitano podrá seguir soñando con el premio al descaro de su equipo y, seguramente, les habrían exculpado si les hubiera salido cruz, ya no tienen nada que perder.
Por parte mallorquinista es muy posible que hayan salido decepcionados, ante la respuesta de su técnico. Estando tan cerca de su objetivo se debió tener la tranquilidad necesaria para manejar el control del partido, obviamente en busca de los tres puntos, pero sin dar tantas opciones a quedarse sin ninguno.

Puede parecer que, consciente que ante el colista, pudiera no gustar salir con los automatismos habituales, en busca del contragolpe para ganar la espalda a un Elche sin freno. Se optara por una actitud mucho más ofensiva, cara a la galería, pero así como el plan A, el habitual, está trabajado de forma inmejorable, se carece de plan B cuando a ser ofensivos se refiere, dejándolo todo en manos de los jugadores que por más que luchen y trabajen, se vacian sin un patrón establecido.

El único gol que subió al marcador llegó a los 88 minutos, obra de Boyé al fusilar a Rajko, sin paliativos, a centro de Gumbau.

Muriqi marcó a los 96 minutos, al finalizar una jugada dentro del área ilicitana, pero el VAR insta al colegiado a la anulación del gol por falta previa, al considerar que Maffeo se había llevado el balón con falta al inicio de la larga jugada.

 

Toni Ferrer para Fútbol Balear.