El Celta Juvenil de División de Honor pone fin a la temporada oficial. Un curso, el 2008/2009, que se clausura con un campeonato de liga regular, un subcampeonato en la fase final y los octavos de final de Copa. Ante el Athletic Club, este domingo en el Campo de Barreiro, los pupilos de Guillermo Fernández Romo no pudieron alcanzar los cuartos de final del torneo copero pero despiden el año con una actuación sobresaliente.
No empezarían bien las cosas para el Juvenil celeste. En la primera jugada de peligro por parte del Athletic los bilbaínos anotaron el primer gol. Un tanto, el de Saborit a los tres minutos, que igualaba la eliminatoria y que provocaba el adelanto de líneas de los vigueses. El jugador vasco engancho un tiro seco y cruzado, imposible de atajar.
No tardó el Celta en buscar el gol del empate. Lo hizo de inmediato, llegando la ocasión más clara en el 11′, en tiro forzado de Rodrigo Moreno en el área grande. El balón salía pegado al palo izquierdo, poniendo el corazón en un puño a los visitantes. Pero fue un espejismo puesto que el choque entró en una fase de centrocampismo absoluto, sin peligro en las áreas y que se rompería alcanzado el minuto 25 con varias ocasiones consecutivas de los bilbaínos, repelidas con apuros por los célticos.
Los vigueses reaccionaron al filo de la media hora de juego. Se hicieron con el esférico y controlaron medianamente el juego si bien las acciones ofensivas no se prodigaron en exceso. Los de Guillermo Romo sufrían y en el 36′ llegaría el segundo mazazo de la mañana. Un centro cruzado, al área de Mario, era cabeceado por Etxaniz para subir al electrónico el 0-2. Un tanto que ponía provisionalmente en cuartos a los ‘leones’. El golpe fue brutal y descompuso al juvenil que utilizó el corazón y el coraje como argumentos para sobrevivir hasta el descanso.
El paso por los vestuarios reviviría al Celta que se hizo dueño y señor del encuentro. Su rival, con ventaja, decidió administrar el resultado con una férrea defensa y la contra como única arma de ataque.
La mejor ocasión llegaría a los diez minutos del segundo acto. Un cabezazo templado era rozado inextremis por el meta bilbaíno que, con ayuda del palo, evitaba que el balón entrase completamente en la portería. Un gol de los denominados fantasma que pudo cambiar el sino de los olívicos y que no hizo más que espolear al once local.
El Celta achuchaba y ponía cerco al área del Athletic. Entraba por las bandas y el peligro se creaba en cada una de las acciones. Al cuarto de hora una gran oportunidad, la segunda muy clara, nacía de las botas de Toni . De magistral centro asistía a Mathías que de cabeza picaba en exceso.
Se necesitaba con urgencia un revulsivo y el míster vigués dio entrada a Quini en el campo y posteriormente a Óscar. Había que quemar las naves y todavía quedaban veinte minutos por delante. Y a la media hora de juego a punto se estuvo de obtener recompensa y es que la borde del área pequeña Luque no acertó a rematar un centro medido cuando la grada cantaba prematuramente el gol. El Celta se volcaba, el tanto podía llegar en cualquier momento.
Por más que se intentó la suerte no acompañó a los vigueses y la recta final de la cita se convirtió en una sucesión interminable de ocasiones que no se trasladarían al marcador.
FICHA TÉCNICA
R.C.Celta: Mario, Peña, Sito, Flo, Hugo Mallo, Pedro García, Luque, Lede, Rodrigo Moreno, Gabi Misa y Toni.
Athletic: Fernández, Saborit, Aurtenetxe, Eraña, Etxaniz, Vidal, Miñes, Merino, García, Peña y Eraso.
Goles: 0-1 (min.3) Saborit; 0-2 (min.36) Etxaniz
Árbitro: Emilio Costas Soto (Colegio Gallego). Buena actuación.
Incidencias: Campo de Barreiro. 700 espectadores en las gradas.
CELTADEVIGO.NET
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