El sistema defensivo de los de Guillermo Fernández Romo deja mucho que desear a esas alturas de temporada. Hay más agujeros de los deseables, muchos metros sin ninguna barrera de contención cuando el rival tiene la pelota y errores individuales que cuestan muy caro. Sin solidez defensiva hay demasiados sustos en el área propia, muchas llegadas peligrosas y hay que corregir este desequilibrio atrás cuanto antes.

Podría haber durado más minutos la fiesta con todos los mimbres del cesto, pero en el fútbol también hay árbitros. Algunos como Pol Gòdia Solé, encargado de impartir justicia este domingo también reclaman su cuota de protagonismo y se cargan el espectáculo. El más rápido del oeste a la hora desenfundar y sacar tarjetas. Más de una se la podría haber evitado. En dos minutos enseñó dos amarillas a Eugeni Valderrama, una de ellas inexistente, que estaba siendo la figura del encuentro, marcando dos goles de crack y dejó con 10 al Ibiza en el minuto 40. El colegiado debió pensar que se había excedido con la roja al futbolista local y en el minuto 43 enseñaba una segunda amarilla que solo vio él a Josiel para dejar también con 10 a los andaluces. Y nada más arrancar el segundo tiempo, Antoñito veía la roja directa por entrar con los pies por delante, quedado e Recre con nueve jugadores en el campo. Una pena que no supiera leer mejor el partido.

Por primera vez esta temporada Romo ha repetido once inicial. Tras la fiesta previa con el himno oficial del Ibiza que se ha estrenado este domingo, nada más darse el pitido inicial ha empezado el bombardeo en las dos portería. Se adelantó el Ibiza a los dos minutos, un centro al área despejado por la zaga andaluza dejó el balón en la frontal a Eugeni. Mal negocio, cuando esta libre el centrocampista de la UD que le pegó a bote pronto y la mandó al fondo de la red.

Pero la réplica del Hueva fue antológica. Luis Alcalde, otro pedazo de futbolista empezó a sortear defensas en el área ibiCenca y tras dos quiebros, golpeó raso con la pierna zurda superando a Sequeira. La alegría andaluza duró un suspiro. Una falta lateral favorable al Ibiza la botó Gallar que encontró la pierna izquierda de Obolskii para volver a poner por delante a los locales.

No había tregua, ni pausa en el encuentro, el balón iba de una área a la otra y las ocasiones se sucedían. Generaba más peligro el Ibiza y en otra acción de fantasía, Eugeni gambeteaba en en el vértice del área, se deshacía de dos defensas y desde la frontal golpeaba con la izquierda, en teoría la pierna menos buena para mandar la pelota pegada al palo al fondo de la red haciendo inútil la estirada del portero Rubén Gálvez. El Ibiza ponía tierra de por medio por su mayor pegada, pero el Huelva no bajaba los brazos y seguía intentando crear peligro llevado en volandas por Luis Alcalde, un jugadorazo. Los visitantes trataban de recortar antes de que se llegara al descanso, hasta que el colegiado inició su particular concierto de pito y de amonestaciones dejando a ambos equipos con uno menos.

La segunda mitad empezó con un Recre ambicioso, que descontó enseguida tras un error de bulto de Olartua que midió mal en un balón aéreo en la zona ancha y dejó pista libre a De la Rosa que cabalgó hasta el área de Sequeira al que batió con facilidad. Los visitantes volvían a meter el miedo en el cuerpo a los aficionados, aunque se veían penalizados por la expulsión de Antoñito, que vio la roja directa tras perder un balón y entrar con los dos pies por delante al defensor que le había robado la pelota. Ni así tiró la toalla el decano que en un saque de esquina tuvo el empate tras una cantada del portero Sequeira, pero Escasi bajo palos evitó la igualada.

La fortuna para la UD fue que llegó el cuarto en un saque de esquina que cabeceó solo Olartua, que se rehacía de su pifia defensiva. Con el colchón de seguridad y con un Recre fundido y en inferioridad vivió más tranquila la UD en el segundo tiempo. Tienza había entrado tras el descanso en el campo para controlar la medular y Suleiman y Abde también entraban de refresco para desequilibrar por fuera en el desarrollo del segundo acto. El Ibiza pudo ampliar renta, falló una pena máxima Abde, Obolskii tampoco acertó en una ocasión muy clara y cerca del final Suleiman no perdonó libre de marca para hacer la manita.

Fiesta de goles de los ibicencos, que siguen concediendo demasiado atrás y una lástima que el colegiado no quisiera dejar en igualdad de condiciones el intercambio de golpes durante todo el encuentro.

La afición celeste se lo sigue pasando en grande y cantando muchos goles de los suyos. Que dure la fiesta.