Alineaciones:
FC Barcelona: Ter Stegen; Kounde, Cubarsí, Íñigo Martínez, Cancelo, Christensen, Raphael(Fermín, 37′), Gündogan (Romeu, 87′), Lamine Yamal, Joao Félix (Vitor Hugo Roque, 61′), Marc Guiu (Lewandowski, 61′).
RCD Mallorca: Rajkovic; Gío González, Nastasic, Raíllo, Copete(Radonjic, 82′), Latotorre(Jaume Costa, 71′), Sergi Darder(Antonio Sánchez, 71′), Samu, Morlanes(Dani Rodríguez, 61′), Larin(Abdón, 82′), Muriqi.
Gol: 1-0: Lamine Yamal(73′)
Árbitro: Javier Iglesias Villanueva asistido en bandas por Jorge Bueno Mateo y Antonio Luís Cerezo Parfenof. 4º árbitro José David Martínez Montalbán. VAR Valentín Pizarro Gómez. AVAR Raúl Cabañero Martínez.
Tarjetas: amarilla al local Íñigo Martínez(53′) y al visitante Samu(86′).
Incidencias: Partido de la jornada 28 de LaLiga EA Sports disputado en el Estadio Olímpico Lluís Companys ante 38.225 espectadores. Antes del pitido inicial, Robert Lewandowski recibió el trofeo que la acredita como MVP de LaLiga en el mes de febrero.
Comentario:
El Mallorca dio la cara en Montjuic y a punto estuvo de puntuar, cuando se cumple la jornada 28 y empieza la cuenta atrás de las últimas 10 jornadas, que pondrán a cada uno en su sitio de forma definitiva.
La primera parte se desarrolló tal y como la había diseñado Javier Aguirre, con una presión alta con Larin y Muriqi, seguidos de la línea de tres formada por Samu, Darder y Morlanes que no dejaban salir a los barcelonistas con claridad hacia las inmediaciones bermellonas. El Barcelona no lograba hilvanar jugadas claras, con constantes imprecisiones provocadas por la presión asfixiante de los jugadores barralets, ante lo que acababan buscando las bandas, pero sólo encontraban la izquierda, la que presuponía menos riesgo para el Mallorca con una defensa de cinco, sin dejar espacios por dentro y con un marcaje de Toni lato, en banda izquierda, sobre Lamine Yamal al que anuló durante toda la primera parte, un Lamine al que Xavi había colocado muy abierto sobre la cal, favoreciendo el gran trabajó del lateral con su implacable marcaje. El partido avanzaba y era el Mallorca el que lograba llegar más y mejor al área visitante tras los robos conseguidos ante las imprecisiones blaugranas, pero faltó finura en los metros finales, sobre todo por parte de Larin que nunca pudo con Pau Cubarsí, el central juvenil que dio un auténtico recital en defensa de anticipación, en el cuerpo a cuerpo y en todas las vertientes que se le presentaban, dando la impresión de una inexpugnabilidad propia de los más grandes centrales, un juvenil de 17 años llamado a ser el nuevo Carles Puyol, por el momento hizo que nadie se acordara del sancionado Araujo. Ante este panorama el Barcelona se encontró con una gran oportunidad de avanzarse en el marcador al disponer de un penalti a favor, cometido por Copete sobre Raphinha, muy difícil de ver en directo pero cazado por el VAR. El penalti lo lanzó Gundogan a la izquierda de Rajkovic, pero éste se estiró emulando a Dominik Greif y evitó el gol.
La segunda parte comenzó con similar escenario con la que se bajó el telón en la primera, el Mallorca fue el primero en avisar de sus intenciones con un gran cabezazo de Muriqi que se estrelló en el larguero de la portería de Ter Stegen, seguidamente fue Lamine que lanzó un gran zurdazo al que Rajkovic consiguió llegar con gran estirada y desviar lo justo para que el balón se estrellara en el palo. Lamine dejó la banda en la que Toni Lato le había aburrido y empezó a probar con diagonales por dentro, convirtiéndose en una pesadilla para la defensa mallorquinista, aunque ésta aguantó las embestidas barcelonistas sin dejar huecos, especialmente un gran Antonio Raillo que ya figura como líder de la liga en intercepciones de balones con intención de gol, taponando disparos a puerta de los delanteros rivales.
El Barcelona recurrió a Lewandowski y al millonario fichaje de invierno, Vitor Roque, para intentar romper el orden mallorquinista, pero la magia en forma de gol la puso Lamine tras recibir del polaco, recortó, amagó hacia la derecha se revolvió hacia la izquierda y lanzó un chutazo fuerte y con rosca al palo largo de Rajkovic que no pudo hacer nada más que ver como la obra de arte se colaba por la izquierda y aplaudir.
El Mallorca no se conformó y buscó el gol del empate hasta el último minuto. Aguirre había dado entrada a Dani Rodríguez, Abdón, Antonio Sánchez, Jaume y Randonjic intentando refrescar el equipo, incluso cambiando el dibujo con intenciones más ofensivas, pero no pudo ser. En general, el Mallorca se mostró más compacto y trabajado que este deslavazado Barça, pero tuvo a dos genios en edad juvenil que aguantaron el tipo y marcaron la diferencia.
Toni Ferrer para Fútbol Balear.
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