Cádiz y Mallorca empatan a un gol en el Nuevo Mirandilla, en un encuentro muy disputado donde queda claro que las matemáticas en futbol tienen diferentes interpretaciones. El empate hace subir un punto a cada equipo en su casillero, aunque el punto del Mallorca supone seguir a 6 de distancia del equipo gaditano y de la zona de peligro, mientras que el punto amarillo no resta lo más mínimo la desventaja y le deja más tocado que antes de iniciarse el encuentro, a 6 de los mallorquinistas y una jornada menos, les quedan cinco para intentar arreglar el desaguisado.

El partido dio comienzo con mucho respeto y/o miedo a no perder, por lo que ello podría dignificar. Pellegrino salió con la novedad de cinco defensas, al más puro estilo Aguirre, pero no basta con copiar el dibujo, éste debe haber sido muy trabajado anteriormente, el Mallorca salió con un falso 5-4-1 ya que el cuarto jugador del centro era Rado y Aguirre sorprendió a Pellegrino, asumiendo los sustos que le podía dar Rado en trabajo defensivo, buscando lo mucho que puede ofrecer ofensivamente y que, de salirle un buen día, puede valer mucho la pena haber dejado un segundo 9 en el banquillo.

El Mallorca se adelantó en el marcador a los 11 minutos de juego, de gran remate de cabeza de Muriqi, aprovechando un buen centro de Valjent. El escenario no podía presentarse mejor, con un gol de ventaja para jugar a lo que mejor sabe hacer el equipo bermellón, anulando al contrario con orden castrense y buscar una contra que sentenciara el partido y la permanencia, ya que de haber ganado, este gol hubiera significado que la Cádiz se quedara a 9 puntos insalvables con lo que queda de campeonato. El Mallorca no sufrió y se mostró relativamente cómodo hasta el final de la primera parte, tanto por sus propios méritos como por la ayuda recibida del banquillo local, los jugadores amarillos mostraban tanto corazón como despiste con su nueva táctica/ estrategia.

La segunda parte se inicia con doble cambio en el Cádiz, Guardiola y Javi Hernández entran por Ousou y Pires. Los cambios, junto con el nuevo de dibujo y el empuje de la grada, parecen surgir efecto y el Mallorca ya no está tan cómodo. Aguirre reacciona dando entrada a Antonio Sánchez por Rado, a los 58 minutos. Para quien crea en brujas, blanco y en botella, tal como sucedió en Sevilla a los dos minutos de salir Rado, el Mallorca encaja gol. Fue una jugada desgraciada en la que Mascarell marca en propia puerta. Todo continuó igual, con un Cádiz desesperado en busca de la victoria y un Mallorca seguro sin fisuras.  A los 70 minutos entraron Sergi Darder y Morlanes por Samu y Dani. Pellegrino también movía en banquillo de forma desesperada sin resultado alguno, el Mallorca no se descomponía, a los 83 minutos Toni Lato y Abdón Prats dan un merecido respiro a Pablo Maffeo y Muriqi. A los 86 minutos Sergi Darder tuvo el gol que podría haber «sellado» la permanencia, pero su remate acaba en el palo. Cuando parecía que llegaba el final sin novedades, fue Roger quien la tuvo, pero su disparo, ha puerta vacía no encontró su destino ante la desesperación del propio jugador y todo el Mirandilla.

Quedan cinco jornadas por delante con 3 partidos en casa y dos desplazamientos, la fiesta dará comienzo el próximo domingo en Son Moix ante el Atlético de Madrid.