El Espanyol acaba con su negativa racha de 3 derrotas consecutivas a costa de cortar la de tres triunfos del Mallorca. Una demostración clara que en fútbol las estadísticas no siempre dicen algo mínimamente trascendente, de lo contrario el partido estaba ganado antes de dar comienzo. Tal es así que tampoco sirvió de nada que el Mallorca ganara en posesión de balón, en remates y en remates entre palos, ya que con todo ello el Espanyol fue justo vencedor; mal día para los amantes de bajar al césped las estadísticas, ahí las rompen lo jugadores. La primera parte fue totalmente blanquiazul, minimizando las estadísticas a base de intensidad y lucha sin cuartel cuando le tocaba su parte de posesión, a base de contras tras robo endiabladas. Referente al Mallorca, ahora lo fácil es criticar a sus jugadores con insinuaciones de falta de intensidad, lucha, e incluso tachar la derrota como cura de humildad por el hecho de venir de muy buenos resultados y mejor clasificación. Cuando  si hay un equipo al que le sobra humildad y gran capacidad de trabajo es el que componen los jugadores bermellones y su entrenador. Seguro que el bueno de Jagoba Arrasate sabrá ver por dónde y cómo se perdió la primera parte, que en ningún caso se regaló como se ha podido escuchar en el postpartido. Mucho tuvo que ver en todo ello el conocimiento que demostró tener Manolo González de su rival y sus movimientos, dibujando un 4-4-2 intentando una presión alta tras pérdida, y en caso de no surgir efecto retroceder uno de los puntas esperando en 4-5-1 creando una superioridad numérica en el centro del campo que se le atragantó al Mallorca, de manera que su posesión de balón fuera infructuosa, sin encontrar por donde llegar a molestar a la defensa perica.

El 1-0 con el que se llegó al descanso fue el mal menor que recibió el Mallorca, obra de Kumbulla al rematar de cabeza un gran centro de Jofre tras amagarlo dos veces ante Mojica desde banda derecha.

La segunda mitad no pudo empezar peor, fue con el 2-0 marcado por Jofre al finalizar un buen contraataque españolista con buen disparo seco y raso al que no pudo llegar Greif. A los 60 minutos Arrasate se la juega con 4 cambios en la primera ventana, entraron Abdón Prats, Chiquinho, Toni Lato y Valery sustituyendo a Sergi Darder, Dani, Mojica y Robert Navarro. Ya no había nada que defender y el Mallorca se fue arriba con todo, su dominio paso a ser absoluto y con llegadas con mucho veneno. Abdón casi marca en su primera intervención al rematar de cabeza, parando Joan García. Llegado el minuto 68 sube el 2-1 al marcador, balón que se pasea por delante de la portería sin que nadie despeje ni remate y Larin, en el segundo palo, la empuja a la red. El Espanyol no sabe  como parar a este nuevo Mallorca enrabietado y Manolo González mueve el banquillo. Jagoba da entrada a Morlanes por Marcarell a los 80 minutos. Los 10 minutos que quedaban, más los 11 de añadido, fueron un intento constante de acoso y derribo por parte mallorquinista en busca de un gol que no llegó y bien pudo merecer, con un Espanyol sufriendo atrás pidiendo el tiempo. La ocasión más clara la protagonizó Chiquinho con un potentísimo disparo con poco ángulo que dio en el cuerpo de Joan García que cubría su palo.

Ahora toca parón de Liga para volver, esperemos que con este Mallorca que hemos disfrutado durante estas primeras 9 jornadas, y seguir con fuerzas renovadas.