Tomeu Pons, técnico del Binissalem.
La plantilla del Binissalem partió en la tarde de ayer desde Palma de Mallorca por vía aérea hasta Barcelona, donde pernoctó. Hoy la expedición pasará el día en Lérida, para desplazarse al Isidro Calderón para jugar el partido.
El entrenador de los azulones, Tomeu Pons, comentaba antes de coger el vuelo hacia la península sobre lo que ha sido esta semana de preparación del partido de vuelta que «no hemos tenido ningún contratiempo, y por tanto todo ha discurrido normalmente, con la única novedad del viaje». El equipo está al completo para este partido excepto Jose, que es baja por sanción.
Sobre el partido, Pons lo tiene muy claro, «es el último partido de la temporada para uno de los dos, y quizá eso marque el inicio del partido, porque supone cierta presión. En todo caso, quien arranque con más tranquilidad y sepa imponer su estilo, además de tener la posesión, tendrá mucho adelantado».
Y algo que también tiene claro el técnico mallorquín es que hoy le espera un rival algo diferente al de la semana pasada. «La verdad es que espero cambios en el equipo, porque en nuestro campo ellos buscaron un resultado que sobre todo les mantuviera vivos en la eliminatoria y poder decidir en casa».
EN BUSCA DEL GOL
Y sobre el resultado del partido de Binissalem, añadía que «no tenemos en principio ventaja, pero no es el peor resultado, porque si conseguimos marcar, todos los empates nos favorecen. Lo que está claro es que ir a empatar sin goles no resolverá nada, y por eso pienso que los dos equipos vamos a luchar por un gol que puede darnos la clasificación. Como digo nuestra ventaja llega si conseguimos marcar, lo que les obliga a ellos a ganar».
Pero, con ligeras ventajas o no, la apuesta futbolística no va a ser conservadora. «Es él último partido de la liga y no serviría de nada no arriesgar. Vamos a intentar ganar, y ellos también, por lo que espero un partido atractivo para el aficionado».
ABSTRAERSE DEL AMBIENTE
El campo y la grada le serán hostiles, algo que no le preocupa en exceso. «El jugar en casa es una ventaja hasta que se te vuelve en contra, que puede ocurrir, por la ansiedad, porque está claro que el Monzón está obligado a llevar las riendas del partido. A los míos les he pedido que dejen atrás la presión y los nervios, y que aprovechen este partido porque puede ser el último del año. Vamos a ser positivos, intentarlo y hacerlo lo mejor posible para seguir adelante».
Y sobre el ambiente que les espera, añadía que «lo que ocurra fuera del césped y de mis jugadores no nos debe preocupar, porque no podemos hacer nada para cambiarlo. Nos tenemos que abstraer del ambiente y centrarnos en el partido y en hacerlo bien». Además, también habrá seguidores mallorquines en la grada. «Es un aliciente para nosotros, un acicate si cabe para hacerlo todavía mejor».
Y sobre lo que está suponiendo este playoff para el equipo, el preparador señalaba que «el clasificarnos ya ha sido un premio y una alegría inmensa, y también lo fue el eliminar al Reus. En casa ya hicimos un partido más que aceptable, y ahora queremos seguir igual, y si no conseguimos pasar, al menos salir del campo con la cabeza alta y sabiendo que hemos hecho todo lo posible».
DIARIO ALTO ARAGON
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