He aquí un nuevo capítulo de la tragicomedia en la que se ha convertido La Liga de las Estrellas. Aunque quizá deberíamos decir La Liga de las Televisiones. La celebración de la jornada 17 está en el aire. A día de hoy no se sabe si se disputará y, al menos, hasta el jueves no habrá una resolución judicial al respecto. Y es que aquí esta el quid de la cuestión: la AFE ha llevado a la Audiencia Nacional su falta de entendimiento con la LFP. Hagamos una recapitulación de los hechos:

Dentro del Convenio Colectivo acordado en 2008 (vigente hasta Mayo de 2011) por la Asociación de Futbolistas Españoles y la Liga de Fútbol Profesional, el período vacacional navideño de los jugadores de Primera y Segunda son 11 días y debe extenderse hasta el día 2 de Enero, jornada en la que pueden ser convocados para entrenar pero no para disputar un partido oficial. Faltando a lo firmado, la LFP programó la jornada 17 entre el domingo 2 y el lunes 3, quitándoles un día de vacaciones a los jugadores sin consultar con nadie más que las televisiones, el lobby que realmente domina el fútbol español. Para más inri, las poseedoras de los derechos pretenden (o pretendían) poner cuatro horarios diferentes en un mismo día: un partido a las 16:00h (Athletic-Dépor), dos a las 18:00h (Sporting-Málaga y Barça-Levante), uno a las 20:00h (Sevilla-Osasuna) y otro a las 22:00h (Valencia-Espanyol).

Tal y como ha revelado su presidente, Luis Rubiales, la AFE lleva avisando a la AFE LFP desde el pasado mes de Mayo que su intención de jugar el 2 de Enero atentaba contra los derechos de los trabajadores (por el ya dicho Convenio Colectivo de 2008). Sin embargo, la AFE ha ido obviando el tema y ninguneando al sindicato de futbolistas en favor de los deseos de las televisiones. Tras reunirse los principales directivos de la AFE y la LFP no se llegó a ningún acuerdo, con lo que la AFE ha llevado el asunto a los tribunales de justicia ordinaria. El próximo jueves la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional decidirá si suspende cautelarmente la celebración de la jornada 17. Si es así, es muy posible que el juez le exija a la AFE que deposite una fianza para cubrir los posibles daños y perjuicios que se darían si no se disputan los partidos, por si se diera el caso de que la demanda principal sobre el conflicto colectivo acabe dando la razón a la patronal.

La poca previsión de la LFP a la hora de confeccionar el calendario no establece ningún margen de error por si no se pudiera disputar una jornada —pongamos el caso de condiciones climáticas extremas—, con lo cual, si finalmente el juez da la razón al sindicato, la LFP y el lobby televisivo no dan su brazo a torcer y los jugadores deciden llevar la huelga hasta sus últimas consecuencias, no habría sitio para colar la jornada antes del 22 de Mayo, fecha del último partido de Liga.

Si ampliamos nuestra perspectiva, está claro que esta polémica sobre domingo no – domingo sí no es más que otra batalla en la guerra que mantiene la AFE con la LFP desde que Rubiales dirige el sindicato de futbolistas, con quien la AFE dejó de tener en su presidente a un lacayo al servicio de la patronal. El principal caballo de batalla entre la AFE y la LFP está en que el sindicato le exige a la patronal que responda por los clubes que adeudan dinero a los futbolistas, un problema que sufren, principalmente, muchos jugadores de 2ªB y Tercera División. En los próximos días veremos cómo se resuelve este caso que mantiene en el aire la próxima jornada de Liga y que supone una vergüenza más para nuestro fútbol.

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