Partido aplazado por la huelga salvaje de los controladores del 05/10/2010.

«En la primera parte hemos jugado de pena, pero la segunda mitad, por lo menos, ha sido digna». Fue lo que le dijo el entrenador del Jesús, Rafa Campillo, a una de sus jugadoras que estaba en el banquillo cuando faltaban cinco minutos para acabar el encuentro, con el 1-3 en el marcador. Fue un análisis perfecto de lo que ocurrió ayer sobre el terreno de juego, porque las pitiusas jugaron unos primeros 45 minutos verdaderamente horrendos. En la segunda parte mejoraron, acortaron distancias y hasta pudieron empatar, pero las futbolistas del Jesús se fueron desinflando y el enésimo despeje absurdo en su área lo aprovechó el conjunto catalán para marcar su tercer gol.

La plantilla del Jesús debería reflexionar y analizar el partido que jugó ayer porque el equipo estuvo lento, estático, descentrado, mal situado, acelerado, fallón y no hizo ni una jugada en la que tocaran el balón tres veces seguidas. Demasiados errores para un equipo que tiene calidad y espíritu de sacrificio, pero su indolencia le está comiendo partido a partido la moral.

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