Eugenio Villalonga Es Mercadal
Sufrida, trabajada y merecida victoria mínima del Mercadal, que más que un balón de oxígeno, le supone una bomba de oxígeno en su delicada situación. Todos los partidos son para el Mercadal auténticas finales, y el de ayer no iba a ser menos, pero fue una prueba más de que el equipo hace días que ya no es el animoso y blandengue conjunto de principios de campeonato, ahora se ha endurecido de forma extraordinaria con los avatares de cada domingo y ya es capaz de aguantar sin desfallecer partidos como el de ayer frente a un Constancia, con plantilla y objetivos muy superiores, y es además capaz de superarle en el marcador, y resistir heroicamente jugando más de 25 minutos con un hombre menos.
Todos los triunfos valen tres puntos, pero el de ayer, por las circunstancias, la necesidad, y el éxito final, bien vale moralmente alguno más. Triunfo y medio, como decía al final Elías Noval…
No fue realmente un buen partido de fútbol, pero la emoción y el golazo de Javi Lacueva que suponía el 2-0 compensaron ampliamente la ausencia de lo que llamamos calidad futbolística. El primer tiempo fue un toma y daca continuo, con un juego rápido, pero bastante deslabazado, en el que la posesión del balón era mayor por parte del Mercadal y el protagonismo individual correspondía al «10» visitante Berlín que traía en jaque a los zagueros locales, pero sin ocasiones claras de gol en ninguna meta, aunque sí con dos jugadas polémicas, una por bando. En el minuto 27 Salazar era derribado sobre la línea del área grande del Constancia sin que el árbitro lo considerara punible, y en el 33, una buena combinación visitante terminó con centro de Guasp que Morales remató a gol, invalidado por Rodríguez Quintero a instancias de su asistente en una decisión cuanto menos discutible.
Pero este período guardaba aún para el Mercadal una gran alegría. Corría el minuto 44 cuando tras un saque de córner contra el Constancia se produjo un rechace que fue a parar a Torres quien de fuerte tiro puso el 1-0 en el marcador y dejaba en el aire una segunda parte con todas las incógnitas abiertas.
Así fue en efecto, porque nadie se daba por vencido y cualquier acción podía cerrar o darle la vuelto al partido. En el 56 otra vez Salazar protagonizó una jugada en la parte interior del área, con derribo similar al de la primera parte, que también ignoró el árbitro, y en el 60 momentos angustiosos para el Mercadal, coincidentes con el mejor juego del Constancia que provoca tres situaciones de gol resueltas por Josep y la defensa.
Y, paradojas del fútbol, esas acciones fueron preludio del excepcional segundo gol local fraguado en un gran pase de Jandro a Lacueva que controló el balón y lo puso con fuerza y colocación en el ángulo opuesto a donde estaba Cuesta. Un gol de lujo, la cara de la moneda, porque la cruz la protagonizó el propio Lacueva en el 66 al recibir la segunda amarilla y la roja de una expulsión totalmente evitable, que dejaba al Mercadal en inferioridad para los 25 minutos que restaban.
El Constancia se lo jugó todo a una carta y reemplazó a dos defensas por dos delanteros, y le salió bien el envite, Berlín avisó con un cabezazo que peinó el larguero y poco después, en el 72 Morales en boca de gol marcaba el inquietante 2-1, con los nervios a tope en ambos bandos y el publico protestando las peligrosas faltas que el árbitro señalaba, unas ciertas, otras discutibles, contra el Mercadal.
Incluso el portero inquense, Cuesta se apuntó a un posible remate cuando ya el reloj marcaba 93, pero finalmente los locales impusieron su fuerza y fe en la victoria manteniendo su mínima ventaja y demostrando que también sabe ganar partidos dramáticos como el de ayer, que reafirman la convicción de que al Mercadal le queda todavía mucho por decir en los once choques que le restan, especialmente si sabe aguantar la presión de un partido a vida o muerte domingo tras domingo.
Noval: «Cuando sufres y ganas lo das por bueno»
Elías Noval, técnico del Mercadal, dio por bueno el sufrimiento final aunque recordó que «sufres siempre en Tercera y más con los derroteros que tomó el partido al quedarnos con uno menos y el rival que tienes delante. Sin querer te vas para atrás y el contrario cada vez está más cerca de tu portería. Pero cuando sufres y acabas así lo das por bien empleado».
La expulsión de Lacueva trastocó los planes, «sí, pero tratamos de mantener la compostura y aprovechar algo en una contra pero el potencial del rival no da mucha opción y había que defenderse como buenamente podíamos».
Respecto a la emoción que primó por delante del juego, Noval dijo que «el primer tiempo fue bueno, rápido y dinámico pero en el segundo hubo más parones y el porcentaje de emocion fue más alto que el de fútbol».
La victoria, en todo caso, fue importante, «porque cada quince días si ganas no estás salvado pero si pierdes no estás hundido, todo lo que sea sumar es importante y hoy ha sido un paso y medio más. Esto da opción a que todos sigan portándose bien con nosotros y nosotros a seguir luchando».
FUENTE DIARIO DE MENORCA.
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