Tomeu Maura

Os aconsejo que leáis la edición de este miércoles de EL MUNDO porque allí tenéis toda la información ampliada y detallada, pero os voy a resumir lo que yo creo que son los aspectos más interesantes de la situación económica actual del Mallorca:

* A 1 de julio la deuda bruta del Mallorca ascendía a 72 millones. A fecha de hoy es de 58. Se han reducido 14.

* A Hacienda, acreedor principal, se le debían 32 millones. Ahora se le deben 26. Hacienda se ha llevado 3 millones de euros de los traspasos efectuados este verano y de los cobros pendientes de los antiguos (caso Moyà, por ejemplo). Os recuerdo que la Administración Pública tiene pignorado el 20% de todos los traspasos que efectúe el Mallorca. Los otros 3 millones han sido recalificados como deuda ordinaria, por lo que pierden la categoría de créditos privilegiados (aquellos que hay que pagar en su totalidad, sin posibilidad de reducción).

* El Mallorca tiene cerrado un acuerdo con Hacienda para aplazar a 10 años el pago de esos 26 millones, aunque se efectuarán amortizaciones anticipadas en función de los traspasos que se realicen. Por ejemplo, en junio vence un pagaré del Valencia de dos millones de euros por Aduriz y en julio otro de un millón. El 20% de esos tres millones (600.000 euros) va directamente a Hacienda.

* Sólo se han producido 14 impugnaciones por parte de los acreedores. Es una buena noticia porque el concurso avanza con rapidez. Si todo va bien, el Mallorca dejará de estar en concurso de acreedores en febrero del año próximo. En ese momento deberá 42 millones de euros, de los que 26 corresponderán a Hacienda y 16 a acreedores ordinarios, que cobrarán a cinco años.

* Desde febrero de 2012 a febrero de 2022 el Mallorca deberá pagar su deuda a razón de unos 4,2 millones anuales. La buena noticia es que no tiene ninguna otra carga, ni préstamos bancarios ni deudas ocultas. Lo garantiza el concurso.

* El Mallorca es, a día de hoy, y aunque resulte paradójico, uno de los clubes con mayor liquidez de Primera División. En los bancos hay más de ocho millones de euros. Eso quiere decir que no va a tener ningún problema para pagar las fichas en junio o para que los proveedores cobren sus facturas.

* El ejercicio 2010-11 se cerrará por primera vez en muchos años con superávit. En concreto con unos beneficios de cerca de 300.000 euros, por supuesto sin tener en cuenta las amortizaciones, que son de unos cinco millones de euros.

Y ahora vosotros seguramente pensaréis, ¡qué chollo estar en concurso de acreedores! Pues no tanto. Vamos a las consecuencias negativas.

* No habrá segunda oportunidad. Si el Mallorca dejara de cumplir sus compromisos en algún momento de los próximos diez años, hasta haber liquidado por completo su deuda, debería ir a la quiebra. Es decir, disolverse.

* La viabilidad del club pasa por su permanencia en Primera División. Si baja a Segunda pasa de ingresar 16 millones por televisión a recibir sólo dos millones. A partir de la próxima temporada la Liga subvenciona a los clubes recién descendidos con nueve millones de euros, pero ese dinero sólo se recibe el primer año y además hay que devolverlo en un plazo máximo de tres. En ese escenario, si el Mallorca bajara y no subiera de inmediato, la única solución sería que la nueva propiedad asumiera una importante ampliación de capital. En caso contrario, o venta o quiebra.

En resumen: la supervivencia a corto plazo está garantizada, pero el club deberá asumir una política de máxima austeridad durante mucho tiempo. O eso, o la propiedad inyecta dinero.

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