Raúl Gómez ha vestido desde su infancia el color blanco de la Peña Deportiva. Exceptuando dos años que pasó en el filial del Villarreal (2005-2007), el centrocampista santaeulaliense ha estado vinculado al club de su localidad. Este año, Gómez es el único ibicenco inamovible en las alineaciones de Luis Rueda (1.866 minutos en 26 jornadas), pero insiste en afirmar que técnico y directiva confían en una cantera insular a la que le cuesta aparecer en los ´onces´ peñistas.
—¿Por qué cuesta tanto que la Peña cuente con jugadores ibicencos?
—No creo que eso sea cierto. En el primer equipo, Vicent ha jugado este año siempre que ha estado bien y Rubén Martínez ha progresado mucho. El último partido jugó por delante de Miguel Ángel Bazán. En el caso de Yeste, está teniendo más minutos de los que tuve yo en mi primera temporada.
—Usted es el único pitiuso fijo para Luis Rueda. Eso denota que el entrenador no confía demasiado en la cantera…
—Pienso que al míster no le tiembla el pulso en poner en el campo a los chicos jóvenes de aquí, como Nil. Los canteranos son uno más.
—En el ataque, Diego Piquero ha tenido más oportunidades que Nil, aun estar tres meses en el dique seco. ¿Se le ponen más difíciles las cosas a la gente de la casa?
—Nos ha pasado a todos. Al principio, nos cuesta mucho más entrar. La razón no la sé ni yo. En concreto, Nil tiene que estar tranquilo, le va a costar, pero tiene condiciones .
—¿Ese proceso de exigencia no es contraproducente?
—No, nos hace más fuertes. El año pasado yo no jugaba tanto como ahora, también con Luis Rueda como entrenador. En el fútbol todo va por rachas.
—¿Busca la secretaría técnica fuera lo que puede encontrar en casa?
—Pienso que desde la directiva se confía en las categorías de base. Valoran que Rueda entrene cada jueves con varios juveniles, para irlos fogueando. Además, gente como Manolo, Berto o Carlos Moro ya llevan unas cuantas temporadas con nosotros y están muy integrados. No quieren un proyecto de caras nuevas cada año.
—De todas maneras, su hermano, Dani Gómez, y su primo, Javi Ramon, tienen oportunidades en el Sant Rafel después de formarse y no triunfar en la Peña.
—Evidentemente, tienen calidad para estar con nosotros y me encantaría que fuera así, pero el fútbol da muchas vueltas. Claro que sería bonito tener una Peña con once santaeulalienses, pero no siempre es tan fácil. Cuando yo era juvenil, teníamos un equipazo, nunca he visto una plantilla tan fuerte como esa, y solamente pudimos subir tres jugadores al primer equipo.
—Quizás, con más caras locales, aumentaría el número de aficionados en las gradas…
—Seguro, pero creo que se está trabajando para que cada vez haya más ibicencos en el club. Hace poco llegaron Salinas, que salió de Santa Eulària, y Víctor Galera, formado en el Portmany.
—Si me dice que directiva y entrenador son partidarios de dar cancha a los futbolistas pitiusos, ¿por qué solamente usted y Rubén Martínez han jugado más de 1.000 minutos en 26 jornadas? ¿Qué es lo que falla?
—No falla nada, somos una plantilla que lucha por estar arriba y eso requiere contar con gente de fuera de un cierto nivel. Todo eso compensado con jugadores de la isla. Con sus diferencias, sería aplicar aquella política de ´Zidanes y Pavones´.
—Pero la Peña descarta a sus ´Pavones´…
—No es fácil elegir quién se queda y quién se marcha. Lo que no se puede hacer es levantar una piedra y tener cinco jugadores válidos para el primer equipo. Ojalá fuera tan sencillo.
Diario Ibiza
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