Michael Laudrup mantiene los pies en el suelo. El sábado a las 20:00 horas se recibe al todopoderoso FC Barcelona, pero el técnico danés está tranquilo con la actuación que harán sus futbolistas y sabe que no hay nada que perder pero sí mucho que ganar. “Lo importante es creérselo porque si no, no hace falta jugar. Nosotros somos el ejemplo más claro que hay posibilidades por lo que conseguimos ahí (empate a uno en el Camp Nou); hay que reconocer la calidad del rival pero hay que creer en tus posibilidades”, anunciaba.
Finalmente se confirmaba este viernes que no podrá contar con el central Iván Ramis por precaución ya que hace diez días sufría una rotura de grado I en el psóleo, a lo que el entrenador comentaba que tiene “un par de posiciones que todavía tengo que tomar la decisión”. En cuanto a las bajas que presenta el Barcelona, no tiene duda que los que les sustituyan pondrán dificultades de igual modo. “Faltan Xavi, Puyol, Alves y Valdés. Me parece que Messi, Iniesta, Pedro, Villa, Abidal o Piqué sin van a estar en el partido. Tiene suficiente equipo para ganar a cualquier rival” y añadía que “cualquier equipo cuando tiene bajas lo nota, incluso los grandes pero no nos engañemos porque falten tres o cuatro importantes. A parte de ser un equipo que como conjunto tienen un juego muy fluido, sabe presionar porque llevan mucho tiempo jugando juntos y destaca también por la calidad individual, que es enorme”.
Laudrup, ex futbolista y ahora vestido con el traje de entrenador reconocía este mediodía que para él no es el partido más apetecible del calendario. “No quiero que se malinterpreten mis palabras pero no me gustan estos partidos. Primero por la calidad del rival y segundo por las consecuencias que traen para la mayoría de los equipos en el partido siguiente. De los tres partidos contra los dos grandes hemos perdido los tres partidos siguientes. Puedo entender que los que vengan al estadio vengan a ver una fiesta y los jugadores lo viven como algo especial también. Para mí es el partido más duro que pueda haber porque tienes que trabajar muy fuerte para tener la posibilidad de conseguir algo. Es muchísimo trabajo. Si consigues algo como hemos hecho en dos de los tres, fenomenal. El próximo partido se suele hacer mal porque el partido ese ha tenido tanto impacto que te olvidas de lo que hay en la esquina. Habrá otros partidos que para mí serán el partido del año”, aseguraba.
Tranquilo como de costumbre, la mayor preocupación de Michael Laudrup reside en el rendimiento que darán sus jugadores en el choque posterior al de mañana puesto que sabe que las ganas y la motivación, sobrarán. “El partido de mañana se presenta tranquilo porque sé que mis jugadores siempre van a dar lo mejor de sí, hasta algunos por encima de sus posibilidades. No significa que vayas a sacar algo positivo porque la calidad del rival está contrastada pero no estoy preocupado por el de mañana, más el del martes (contra el Espanyol en Cornellà)”. Aun así, sabe que para la afición y jugadores, este sí representa una de las dos fechas marcadas en rojo en el calendario de los bermellones y esa es la ventaja con la que poder sorprender. “Lo que tenemos es lo que tienen todos los que se enfrentan a Barça o Madrid, las ganas de hacer el mejor partido de la temporada. Los equipos pequeños, cuando recibimos a los dos grandes se hace un partidazo y después toca un partido peor”, manifestaba.
RCDM
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