Ayer, Dani Güiza hizo dos goles, que sirvieron para que España quedase tercera en la Copa Confederaciones. Una vez más, volvió a callar las bocas de los que desde hace un año querían negar su presencia en las listas de la Selección, pese a haber sido Bota de Plata en Europa y Pichichi en España, con argumentos como «Salva fracasó el siendo pichichi, así que a Güiza le sucederá lo mismo».

Este año, se le dilapidó por culpa de su ex pareja, e incluso ayer en algún otro blog se hablaba de él como estrella de la prensa rosa (Aunque yo al único futbolista en activo que he visto sentarse en un programa del corazón es a Roberto Carlos.

Ex parejas de jugadores hablando de sus ex las ha habido y habrá y nadie los cataloga como estrellas de la prensa rosa). Pero Del Bosque, decidió confiar en él, en el peor momento, con malos números en el Fenerbache y encima antes de los enfrentamientos contra la Selección de Turquía, lo que hubiera evidenciado su descenso de nivel, frente a sus seguidores y la prensa. Al final, Güiza dispuso de 5 minutos, y logró la victoria en Estambul al fabricar la jugada del gol de Riera.

Su final de Liga fue más decente, alcanzando los 17 goles en encuentros oficiales y se ganó la presencia en la Copa Confederaciones, donde ha vuelto a demostrar su categoría, que es el delantero con mejor desmarque y que tiene olfato de gol, lo más necesario para un delantero.

SEGUIMIENTO BERMELLON