Esta tarde los miembros del Consejo de Administración tendrán el privilegio de ver las primeras imágenes de lo que se quiere que sea el nuevo Lluís Sitjar. Por primera vez se hará público -aunque sólo en el Consejo- el trabajo de Guiem Reynés, un estadio de 27.000 plazas, todas cubiertas, y que según las filtraciones a las que hemos tenido acceso, guarda una gran similitud con el Amsterdam Arena.

El Lluís Sitjar 2016 -o como sea que vaya a llamarse- será el punto neurálgico de un megaproyecto faraónico de cinco años que tiene como objeto recuperar el antiguo campo de fútbol y englobarlo en un ambicioso plan de reacondicionamiento de la zona, que se dinamizaría con la construcción de un gran centro comercial, de varios espacios culturales y deportivos y de un museo del Real Mallorca. Para todo eso el Mallorca necesita que Cort le ceda 32.000 metros, y a cambio le ofrecerá una remodelación integral del estadio de Son Moix, con el objeto de convertirlo en un gigantesco centro deportivo que pueda ser usado cada día por los ciudadanos.

En el resumen global, el proyecto cuesta 250 millones de euos (prefiero no convertirlo a pesetas, porque entonces si que no se lo cree nadie) y debe ser financiado por iniciativa privada. Dicen en el Mallorca que ya tienen empresarios interesados. No sé lo que saldrá de todo esto, pero por cuantía económica estamos hablando de la mayor aventura iniciada por el club en sus 95 años de historia (los cumplirá el próximo sábado).

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