Tolo Jaume
El club planea pasar de las 18.000 localidades a un aforo de 8.000 espectadores sentados y diseña un novedoso centro de operaciones para multiplicar sus categorías inferiores y fortalecer su faceta social.
Dos nuevos proyectos emergen en el horizonte del Atlètic Balears, que vislumbra una metamorfosis y crecimiento de sus instalaciones para consolidar una estructura que quiere desembarcar en Segunda División. La entidad blanquiazul, que quiere acelerar su reconversión en Sociedad Anónima Deportiva para acometer sus desafíos, planea una reforma del Estadi Balear y, sobre todo, la construcción de una ciudad deportiva que habilitará un escenario propicio para aumentar las posibilidades de sus equipos de base y para convertirse en un punto de encuentro para la masa social balearica.
El club de la Vía de Cintura ya tiene sobre la mesa la reforma del Estadi Balear en virtud a la segunda fase del convenio suscrito con el Ajuntament de Palma en 2005. Las principales líneas de actuación en la adecuación del recinto son el refuerzo de la estructura y la rebaja del aforo, ya que el objetivo es reducir la capacidad de los 18.000 espectadores hasta los 8.000 para que todas las localidades sean de asiento.
No obstante, el gran desafío, sin lugar a dudas, es la construcción de una ciudad deportiva. Actualmente los gestores de la entidad blanquiazul barajan tres espacios para el proyecto, aunque la opción de ubicar el centro de operaciones balearico en la zona de Son Llàtzer se intuye como la más interesante por delante de las posibilidades que ofrecen terrenos junto a Son Espases y en la barriada de Son Ferriol.
El arquitecto Joan Bonet ha sido el encargado de sentar las bases de un nuevo espacio deportivo y social para la entidad, que persigue el doble objetivo de aumentar las prestaciones para las categorías inferiores y convertirse en un punto de encuentro para la masa social balearica. El proyecto contempla la construcción de tres campos de fútbol 11, tres campos de fútbol 7, dos de fútbol sala, un gimnasio, doce pistas de pádel, un club social con cafetería y una sala polivalente y multifuncional que ejercería de aula de estudios. Y es que el club quiere articular parte de las iniciativas de la remozada Fundació Atlètic Balears a través de la ciudad deportiva, una de las piedras angulares sobre las que se quiere edificar el proyecto del club rumbo a Segunda División.
El empresario mallorquín Tolo Cursach se ha erigido en uno de los primeros en posicionarse de forma favorable a una iniciativa en la que ya ha manifestado al club su intención de colaborar.
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