T. Maura
Tal y como podréis leer este viernes en EL MUNDO, los abogados del Mallorca se van personar en el juzgado de guardia para solicitar del juez que emita una orden de desahucio del Lluís Sitjar. El objetivo es desalojar a las aparentemente más de 100 personas -el número exacto no lo sabe nadie- que viven dentro del recinto del antiguo estadio. El club es oficialmente el administrador del Lluís Sitjar, y eso significa que si alguna de esas personas sufre un accidente dentro de los muros, el Mallorca podría ser declarado responsable subsidiario. A pesar de que está suscrito un seguro de responsabilidad civil, la asesoría jurídica quiere evitarse problemas innecesarios y por eso acude al juez.
Se trata de la segunda denuncia de esta índole. Hace varios meses los copropietarios acudieron a la policía local, pero cuando ésta se personó en el Lluís Sitjar les dijo que no podían desalojar a nadie porque se lo había prohibido el departamento de asuntos sociales. No satisfechos, los copropietarios presentaron denuncia ante la policía nacional. Aún no se ha resuelto.
Una vez dada la noticia, quisiera reflexionar sobre ella. En los últimos meses el censo del Lluís Sitjar parece haber subido de forma alarmante. Hablamos siempre en hipótesis, porque nadie sabe cuánta gente hay ahí dentro. Parece que el antiguo estadio está sirviendo de refugio para muchas familias modestas a las que la crisis ha dejado sin techo. Estamos hablando pues de un problema social muy grave, porque las condiciones sanitarias y de seguridad del recinto son inexistentes. En este escenario, ¿cuál creéis que es la mejor solución? ¿proceder al desalojo o, como parece que actúa el departamento de asuntos sociales de Cort, hacer la vista gorda? Pensad un poco en la respuesta. Este es un tema muy serio.
Comenta esta noticia
Los comentarios están desactivados temporalmente. En breve estarán disponibles de nuevo.