El Mallorca sólo pondrá a la venta 180 entradas para el partido de Son Bibiloni
PEDRO BONET / Palma
El derbi palmesano ya tiene lugar definitivo para su celebración el próximo domingo. Al final, no ha habido sorpresas y el encuentro se disputará en Son Bibiloni, a pesar de los intentos del Atlético Baleares, que planteó al Real Mallorca la posibilidad de jugar en el estadio de Son Moix.
La polémica está servida y la afición blanquiazul está en pie de guerra, ya que serán muy pocos los elegidos para presenciar este choque entre los dos eternos rivales. Tras una reunión mantenida ayer entre los cuerpos de seguridad del Estado y los responsables de seguridad de ambos clubes se acordó que las taquillas de Son Bibiloni se abrían una hora y media antes, como viene siendo habitual. Asimismo, se pondrá a la venta el 10% del aforo de Son Bibiloni, que es de 1.800 espectadores. De este modo, sólo se podrán comprar 180 entradas. Este limitado número de boletos a la venta se antoja pequeño para el club de la Vía de Cintura, ya que se daba por hecho que más de 400 personas acudirían a Son Bibiloni y más de 2.000 si se disputaba en Son Moix.
No sólo esto ha puesto en pie de guerra a la directiva y a la afición blanquiazul. El premio de las entradas tampoco ha sentado bien al club de la Vía de Cintura, ya que será de 15 euros, cuando en la mayoría de campos se cobran solamente 10.
La directiva blanquiazul recomienda a los socios y simpatizantes del Atlético Baleares que acudan con tiempo a la Ciudad Deportiva Antonio Asensio y que vayan con los coches llenos, ya que Son Bibiloni solamente puede acoger cerca de unos 200 coches. También se teme que aparezca una vez más la picaresca y que muchos aficionados mallorquinistas cedan el carné a hinchas del Atlético Baleares.
El partido se ha considerado de alto riesgo, por lo que habrá bastante presencia policial, más que nada para evitar posibles aglomeraciones y que no haya problemas circulatorios en la carretera de Sóller.
Aunque el Mallorca no ha explicado los motivos de estas decisiones, según ha podido saber este diario se basan en que jugar en el estadio de Son Moix conlleva unos elevados gastos de apertura y logística y en que no sería tampoco bueno para el césped escasas horas después de haberse jugado un partido. Asimismo, y aunque el técnico rojillo Vicente Engonga insistió en que sería bueno jugar allí,en el club bermellón consideran que el filial podría pagar el hecho de no estar acostumbrado a jugar en Son Moix, especialmente en un choque tan crucial como éste en que solo les vale la victoria todo lo que no sea sumar los tres puntos dejarían al filial prácticamente sentenciado.
El Mundo / El Día de Baleares
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