Según hemos podido saber, las horas previas al partido de rivalidad entre el Mallorca B y el At..Baleares se le están indigestando a los seguidores blanquiazules. Tras no aprobarse el cambio de ubicación del encuentro a propuesta del presidente blanquiazul Fernando Crespí, y ver así limitadas las posibilidades de asistencia al encuentro por buena parte de la afición atlética por lo reducido del aforo de la ciudad deportiva de Son Bibiloni, y acto seguido constatar que se han puesto a la venta sin previo aviso las 180 entradas anunciadas como de venta pública en las oficinas de Son Moix, en principio anunciadas para ser puestas en taquilla el mismo día del encuentro, ahora nos llega la noticia de que los menores de 7 años también deben abonar 15 Euros para acceder a dicho encuentro, como hemos podido constatar en la mañana de hoy, contradiciendo una vez más lo anunciado por la entidad bermellona.

Y es que parece que la logística del partido no ha sido el punto fuerte de la organización, toda vez que se presumen, como indican todos los medios informativos de la isla, diversas dificultades para la mañana del domingo: desde el caos circulatorio a la frustración de socios mallorquinistas que quedarán fuera del recinto y no podrán presenciar el encuentro.

Llama la atención que, en el caso que nos ocupa, el Real Mallorca haya renunciado a una jugosa taquilla en el estadio municipal de Son Moix y, sin embargo, haga pagar los citados 15 euros a un niño de 6 años. Contradicción en toda regla que, al margen de las necesidades clasificatorias de uno y otro equipo, y al margen también del histórico ambiente hostil entre ambas aficiones, deja bien a las claras el desbarajuste organizativo de un club que parece no dar la más mínima trascendencia a lo que ocurre en el filial, tanto en lo deportivo como en lo social. Veremos cómo se resuelve todo esto.

Daniel Riera.