El proyecto de Sardà ofrece sensación de parálisis y el caso se apodera de la entidad gualdinegra. Salva Fernández
Un mes y medio ha durado el cuerpo técnico que tenía como misión construir un CE Mataró campeón que volviera lo más pronto posible a Tercera. El entrenador, Toni Cortés; el secretario técnico, José Antonio Orenes; y el resto de equipo del míster han arrojado la toalla… antes de empezar.
En un comunicado, Cortés afirmó que, un mes y medio después, no habían «firmado ningún contrato ni sabían la situación financiera actual de la entidad». La semana pasada, Orenes ya puso el grito en el cielo al asegurar que todavía no les habían fijado un presupuesto para fichar. El cuerpo técnico anunció así que abandonaban debido a que la situación era «insostenible», ya que no se puede «configurar un equipo competitivo y con objetivos claros a finales de julio».
Cortés relató que «no disponían de una estructura donde hacer encuentros serios con los jugadores», y que no podían contactar con los integrantes de la anterior plantilla porque «no podíamos adquirir por nuestra cuenta un acuerdo cuando el club les debe dinero».
UN INSCRITO EN EL CAMPUS
A pesar de esto, el ya ex-entrenador tenía pactados algunos pre acuerdos con jugadores para realizar la pretemporada. «Tendré que decirles que no creo en el proyecto que yo mismo les presenté», afirmó.
Para Cortés, no es normal el ‘timming’ que lleva el equipo: «A estas alturas de pretemporada las plantillas están hechas o prácticamente cerradas, y no puedes pedir a un jugador que deje pasar oportunidades cuando ni nosotros tenemos un compromiso firmado encima de la mesa».
De esta manera, el proyecto se encuentra totalmente detenido, sin una cara visible al frente que pueda llevar a cabo la planificación de la próxima temporada… y con los jugadores de la actual plantilla pensando en denunciar al club por impago.
«Hicimos un campus… ¡y solamente hubo una inscripción!. Esto demuestra hasta qué nivel existe de desconfianza por parte de la ciudad y de las familias hacia el club», sentenció Cortés. El técnico afirmó también que «únicamente puedo excusarme ante la afición, jugadores y medios de comunicación, ya que entiendo sus inquietudes… porque estoy tan desencantado como ellos. Es una situación muy triste».
Sardà delega funciones… y pendientes de las denuncias
El club adimitió ayer en un comunicado que la situación económica provoca que la incorporación de Sardà como presidente ejecutivo del CE Mataró SAD se retrase.
Parece que los números presentados al nuevo presidente en primera instancia no fueron muy precisos por lo que Sardà no quiere pillarse los dedos sin saber el estado real del club. De momento, jugadores, trabajadores y proveedores no saben a quién acudir, ya que Sardà aun no ha firmado y el club no es suyo. El Mataró ha anunciado que se delegan todas las necesidades deportivas en el Director Deportivo, el encargado en principio de planificar sólo la base de la entidad, hasta que haya nuevo Consejo Directivo. Y en el horizonte planea otra piedra en el camino: la sentencia sobre las denuncias de los jugadores de la pasada temporada por impago.
SPORT.ES
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