El Sporting Mahonés se encuentra en la peor situación deportiva de la temporada, en plena dinámica negativa de resultados y con la permanencia en riesgo a falta de siete jornadas para el final de la liga. Todo ello aderezado con problemas económicos. La nota positiva es el inicio de las obras de las nuevas instalaciones de Bintaufa. El presidente del club, Paco Segarra, insiste en su idea de que el equipo se salvará y que está en manos de los aficionados qué quiere que sea el club en el futuro.

Posiblemente se encuentre en el momento más difícil desde que es presidente del Sporting.

Indudablemente es así. Pero a pesar de ser la más complicada, tengo la esperanza de poder superarlo.

A nivel deportivo, ¿es una cuestión de falta de calidad de la plantilla, de falta de carácter?

Hoy por hoy diría que es una cuestión anímica. Los jugadores han entrado en una dinámica en la que no acaban de creerse capaces, y eso hay que cambiarlo. En Bintaufa hemos ganado a los mejores equipos de la liga. Es un tema de volver a creer que somos capaces de ganar.

¿Hay algún jugador que considera que podría hacer más?

Sí. Seguro. Estoy convencido. Pero reitero que es un tema anímico. Cuando el coco no funciona, las piernas no funcionan. Y hay jugadores que mentalmente han de demostrar que son más fuertes de lo que están siendo.

Es inevitable pensar que puede haber algún tipo de relación con las nóminas pendientes y la sentencia de impago de alquileres. ¿Cómo se le puede exigir a un jugador que dé un plus con todo esto?

A ver. Una cosa no tiene que ver con la otra. Al jugador siempre se le tiene que exigir un poco más si se considera profesional. Ellos saben que cobrarán. Ni más, ni menos. Y si fuera únicamente esto, hay catorce equipos que están por encima nuestro, y de ellos seis o siete no pagan. Cuando los jugadores pisan el césped, se olvidan. Quiero pensar que es así, y he hablado con ellos muchas veces.

¿Cuándo se arreglará este problema?

Cuando acabe la temporada no deberemos nada. La situación económica es circunstancial.

Ya no se trata de jugar bien sino de sumar los puntos necesarios para la salvación.

Los once que saldrán al campo este sábado lo harán sabiendo que nos jugamos la temporada. Y han de salir los que estén mejor físicamente y mentalmente. Estoy convencido de que serán once jabatos. Se romperán la cara en el campo. No hay otro remedio.

Tras el partido ante el Santboià todo el mundo miraba al técnico Joan Esteva. Se le confirmó pero con el papel de Mati Borsot mucho más sobre el terreno. Más de uno pensó incluso que asumía el mando.

Esa decisión se tomó y no sé hasta qué punto ha repercutido o no. Se verá a final de temporada. Nuestra filosofía es considerar que si hace diez semanas todo era fantástico, si son los mismos jugadores y el mismo técnico, pues ahora es lo mismo. Las circunstancias de los partidos y los resultados no deben cambiar nuestro criterio. De lo que se trata es de tener a tope a la gente y creer que se puede ganar.

¿Joan Esteva estará hasta final de temporada?

Sí. Joan Esteva sigue pase lo que pase.

En el peor de los casos, si se pierde este sábado ante el Badalona…

No. El peor es que perdamos en Orihuela también… Pero es que iremos a ganar. Y si perdemos en Orihuela, iremos a ganar los siguientes. Es que es así… No me planteo la peor opción. Tenemos equipo para ganar al Badalona. Si jugamos con intensidad, ni Badalona, ni Sant Andreu, ni Castelló ni nadie… Han pasado por aquí y han perdido.

¿Se imagina el club en Tercera?

No. Rotundamente no.

Con las instalaciones encarriladas, mantenerse en Segunda B es la condición mínima…

Bueno. Aquí hay dos cosas. Las instalaciones es algo que nos va muy bien, sobre todo a nivel social. Como club, pero como ciudad y como isla. Pero la competición es algo independiente. El equipo tiene unas posibilidades limitadas. Y eso es algo que hay que decir alto y claro. Podemos tener las mejores instalaciones, pero si vienen 300 espectadores, el club entonces no es de 2ª B, es de Tercera o de Regional. Esta es la realidad. Eso nos tiene que quitar presión. Haremos lo que podamos. y tampoco tenemos mucho margen. Pero lo más importante es tener las herramientas para poder empezar una base social. Eso es muchísimo más importante. Lo otro… Veremos la gente que vendrá este sábado. Necesitamos su apoyo… Pero si vienen pocos y encima a criticar… Y entiendo que a los jugadores les afecte. Alguien se inventó lo del jugador número 12 por algo. Aquí al jugador número 12 no lo hemos visto todavía. Quizá ahora es el momento.

Si el equipo jugara bien quizá no habría tanto problema…

Claro, eso es muy fácil. Así al fútbol vendría hasta mi abuelo. Identificarte con un club, con una isla, no tiene nada que ver con un resultado. O eres o no eres. He estado en Mendizorroza para ver al Alavés en 2ª B y en el campo había 5.000 personas. He estado en Burgos en un Play-off y se han metido 7.000. He ido a Teruel, con -4 grados, a las ocho de la tarde un miércoles y se han metido 3.000 personas… Y aquí vienen 300… Por tanto… Son tonterías. ¿Queremos o no queremos?

¿Y si no se quiere?

Pues nada. Nos facilita la tarea. Sin presión, e ir haciendo lo que podamos. Punto. Pero no quiero críticas después, ni historias de bajar, de entrenadores… Si no se quiere al equipo, no pasa nada.

Con sus palabras, parece bastante claro lo que le pide a la afición.

Que venga el sábado. Verá a un equipo muy implicado, muy metido, con muchas ganas. Tras los últimos partidos está muy tocado. Están haciendo un esfuerzo para superar un estado anímico bajo. Necesitamos que venga la gente al campo. El equipo tiene que sentir que esto le importa a alguien, más allá del resultado…

Y me gustaría aclarar algo.

Diga.

Hay gente que nos está ayudando, que está teniendo paciencia. Eso es algo que nos empuja a seguir. No todo son malas noticias, como lo de esta gente que se ha metido a tribunales para cobrar. Están en su derecho, aunque creo que no es lo más inteligente. Pero empresas como A. Gomila, Viajes Magon, Interesport, propietarios de pisos que tienen paciencia… Eso también es lícito agradecerlo.

Diario de Menorca