Las crónicas del último y mal partido del Sporting Mahonés, ante el Lleida, lo destacaron a él y al portero Moso. Salió en el último tramo de la segunda parte y “fue el único que aportó algo en ataque, encarando siempre a su par, buscando espacios, movilidad”, decían los sportinguistas que habían visto el partido. Es el joven delantero Ignasi Dalmedo, uno de los efectivos que tiene la plantilla procedente del acuerdo entre el Sporting y el Penya Ciutadella y que debutó en la Segunda B el pasado 20 de febrero, en el partido contra el Ontinyent.
Es uno de los más jóvenes pero no es ajeno a la situación del equipo. “Tengo poca experiencia y mucho que aprender. Creo que la actual situación es muy complicada. Siete partidos perdiendo y el descenso cerca te hacen querer salir de ahí lo antes posible. Crea ansiedad”, indica valorando la situación. También afirma, coincidiendo con la opinión generalizada, que “es una cuestión mental, seguro. Hace dos meses casi nos metían en la Copa del Rey… y veo que se entrena muy fuerte, pero el fútbol tiene momentos duros. Hemos demostrado que podemos hacerlo bien. A la que ganemos un partido, no hay problema”.
Pero todo eso pasa primero por Badalona. “Está claro. Hemos de estar todos juntos. Ganar nos animará. Espero que la gente venga a darnos fuerza porque el Badalona es un equipo durísimo”. ¿Se imagina en lo peor? “No, queremos quedarnos en Segunda B. Es un interés incluso egoísta del propio jugador. Nadie quiere ir a Tercera. Nos quedan ocho finales y esto va a ser largo… Ojalá hiciéramos 12 puntos ya, pero es difícil… Creo que la clave pasa por los 9 puntos de casa. Está claro”.
El otro día jugó casi media hora, pero Ignasi es realista. “Es lógico que ahora entren en el equipo los que estaban fuera en Lleida. Pero la decisión es del míster. Yo entreno como siempre y estoy aquí para ayudar. Lo único que importa es el equipo”, decía horas después de finalizar el entreno de ayer en Bintaufa. Le queda la tarde para estudiar la prueba de acceso al Grado Superior de Educación Física. Su intención es estudiar INEF… y vivir del fútbol.
Diario de Menorca
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