Cada uno a lo suyo, pero atentos a todos los frentes. La plantilla del CE Alaior no está cerrada, pero los que están se encuentran sudando la gota gorda para, por un lado, ponerse al tono físico que exige el técnico Joaquín Andújar –“quiero empezar la liga lo más fuerte posible para lograr pronto un buen cojín de puntos”, asegura–, y por otro no ser uno de los descartes que salte del equipo.

En el segundo apartado, el técnico se alegra de “la continuidad del 70% de la plantilla del año pasado, con la columna vertebral fijada, lo que da una alta dosis de tranquilidad”. A partir de ahí, “estoy analizando las carencias que hay en el equipo. Todavía es pronto, pero ya empiezo a apuntar cosas. Con el margen que hay de presupuesto y la calidad que me puedan aportar los chicos, tengo que moverme”.

Y, en ese sentido, Andújar tiene opciones “desde el realismo pero también con imaginación y ambición. Debemos confiar en la cantera, pero si hay algo de fuera que pueda venir y mejore lo que hay, lo traeremos. Sé que no es lo mismo Tercera División que Regional. Se necesita talento, intensidad y cierta experiencia”.

El técnico murciano controla una serie de futbolistas de su etapa en Murcia y Valencia, y algunos vendrían “sólo con que los llame. Pero ojo, a día de hoy no hay nada hecho, solo posibilidades”. ¿Fecha límite?, “el 15 de agosto lo quiero tener todo definido”.

Dentro de las opciones que el club podría barajar se encuentra un defensa central que ha militado en el último equipo que entrenó Andújar antes de recalar en Alaior, el Santomera. Se trata de Javier Olabe, un logroñés de 29 años que va bien por arriba y es muy contundente.

Este jugador ha jugado en el Aurrerá de Vitoria, Sangonera, Toledo, Caravaca, Mazarrón, Lorquí, Alone y el mismo Santomera. Ahora se ha comprometido con el Alfaro de la Tercera División riojana, pero es de los jugadores que controla Andújar: de hecho, su contrato tiene una cláusula por la que puede cambiar de aires si el jugador lo considera oportuno.

DIARIO DE MENORCA