A falta de tres partidos para la conclusión de la Liga en Segunda B, ni nada está ganado ni todo está perdido en la lucha del Sporting Mahonés.
El único velo optimista que se le puede sonsacar a la derrota del pasado domingo en casa ante el Teruel es que el equipo de Joan Esteva sigue dependiendo de si mismo para escribir su futuro a corto plazo en esta categoría.
La visita al Alicante del próximo domingo es la piedra más incómoda del camino que le queda hacia el objetivo de quedarse un año más en la categoría de bronce del fútbol español.
La derrota del domingo del Sporting sumada a la del Benidorm en Orihuela (3-0) y a la de la Gramanet en Ontinyent (3-0) mantienen la renta mahonesa intocable, únicamente retocada por la aparición del Alzira, que se impuso sorprendentemente en el Camp d’Esports de Lleida y que se ha metido en la lucha por cambiar la plaza de descenso directo por la de promoción, en caso de gesta, o la del Sporting, en caso de milagro valencianista y debacle blanquiazul.
El conjunto que preside Paco Segarra es el que mejor calendario tiene de aquí a final de temporada y puede ahorrarse el sufrimiento en la última jornada si vence en Alicante y en casa, ante el Alzira, y el Benidorm, que juega ante el Teruel y el Alicante, pincha.
El Alzira necesita sumar puntos y ver que pasa con los demás y la Gramanet ganar todos los partidos que restan.
Diario de Menorca
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