Suenan tambores de guerra entre Granada y Real Mallorca.
En el club rojiblanco no ha gustado nada el desmesurado interés que ha mostrado justo en estos momentos el conjunto isleño por hacerse con uno de sus jugadores, Dani Benítez. El propietario y presidente del Granada, Quique Pina, ha manifestado que si el Mallorca quiere al jugador «tendrá que pagar mucho por él», según desveló ayer Onda Cero Mallorca y que precisamente al equipo rojillo el traspaso de Dani va a costarle más que a cualquier otro club.
En esta misma línea de enfado se manifestó también Juan Carlos Cordero, vicepresidente del club y director deportivo, que insistió en declaraciones a este periódico que «el Mallorca debería respetar a un club y a un jugador que se están jugando el ascenso a Primera», comentó en un tono de máxima indignación por los movimientos que ha estado dando el Mallorca para conseguir hacerse con los servicios del jugador balear.
Desde la entrada de Serra Ferrer el interés por el interior izquierdo ha sido constante, pero desde que terminó oficialmente la Liga en Primera, éste se ha intensificado y tanto el propio Serra como también el presidente del club, Jaume Cladera, han manifestado en reiteradas ocasiones su deseo de que el jugador recale en la Isla valorando de forma muy positiva el deseo expresado por el propio futbolista de volver a vestir la camiseta bermellona.
Mercado de invierno
Este escenario ha sentado muy mal en el seno del Granada, que hoy se jugará ante el Celta las posibilidades de seguir en el playoff de ascenso a Primera. Por este motivo, Cordero califica de poco respetuoso el comportamiento del Mallorca y Pina se muestra a su vez igual de susceptible cuando se habla de la posibilidad de perder a Dani. Además, el enfado del propietario del Granada se ve aumentado por el hecho de que en el pasado mercado de invierno el Mallorca no cedió a Tomás Pina al equipo rojiblanco, lo que terminó de encender los ánimos en el consejo de administración del club andaluz. Pero el Mallorca no se da por vencido y continúa confiado en que de una forma u otra, Dani recale en la Isla. Sin embargo, el interés de equipos como Sevilla o Valencia hace que sea muy difícil que el club rojillo pueda afrontar una de las operaciones más ilusionantes, pero a la vez, más costosas que se puede plantear en plena economía de guerra y en concurso de acreedores. De momento el jugador quiere seguir centrado en la competición y se mantiene a la espera de cómo avancen los acontecimientos. De momento las relaciones entre ambas entidades no ayudan en nada a que esta difícil transacción pueda ejecutarse con garantías de éxito.
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