El técnico solicita a los administradores que el ex director general reembolse el finiquito que cobró.

J. BAUZÀ/A. VIDAL. PALMA El ex director deportivo del Mallorca, Nando Pons, presentó ayer ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma una demanda en la que solicita a los administradores concursales que obliguen al exgerente Pedro Terrassa a reintegrar al club el finiquito de 261.000 euros que cobró al abandonar el Mallorca en agosto de 2008. En la demanda se pide asimismo a la administración concursal que explique «qué medidas piensa adoptar para evitar, minimizar o reparar los daños que pueda ocasionar» el hecho de que Terrassa diera validez legal con su firma el contrato de Gonzalo Castro en el que se estipula una «ridícula» cláusula de rescisión de 18.000 euros, cuando en realidad debía figurar 18 millones.

Pons, como acreedor de la entidad balear, defiende en la demanda que ambas actuaciones «fueron gratuitas y perjudiciales para la masa» de acreedores.

El ex director deportivo asegura que en su escrito judicial que Terrassa «cesó voluntaria y unilateralmente de su puesto de trabajo en el Real Mallorca, y no fue despedido», por lo que no habría tenido derecho a percibir un finiquito.

El 1 de agosto de 2008, día en el que se oficializó la salida de Terrassa del club, el exgerente hizo público un comunicado en el que anunciaba «el acuerdo alcanzado» con el Mallorca «para la resolución de mi contrato, de mutuo acuerdo con el club». Asimismo, y según ha podido saber este diario, obra en poder de la administración concursal el documento que acreditaría la resolución del contrato laboral de mutuo acuerdo entre ambas partes, lo que dejaría sin efecto la demanda.

En cambio, el texto critica que en ese acuerdo «se reconociera» una indemnización «cuando la concursada no tenía obligación legal ni contractual de pagar».

Finalmente para Pons, «el error» en la cláusula de rescisión de Gonzalo Castro supone «un riesgo patrimonial» para la masa porque, argumenta, el futbolista «es el que tiene mayor valor de toda la plantilla, a mucha distancia del segundo, lo que significa que probablemente es el activo realizable más importante de la entidad».

Diario de Mallorca