El RCD MALLORCA ha finalizado la temporada y ha conseguido su objetivo de mantener la categoría aunque haya sido sobre la bocina y con ayuda de resultados ajenos. Sin duda alguna la secretaría técnica del equipo ya está trabajando en la próxima campaña e intentando reforzar la plantilla con nombres que ya han saltado a los medios y también intentando hacer caja con otros jugadores que aunque importantes para el equipo lo son más ahora mismo para su economía. Todo ello debe hacerles reflexionar e intentar seguir o quizá iniciar un proyecto continuo y estable que lleve al Club a una calma institucional y deportiva que hace años que no tiene. ¿Cómo conseguirlo? Sólo hay un camino: LA CANTERA.
Evidentemente ayudada por unos pocos refuerzos que equilibren y doten al equipo de experiencia y calidad para ayudar a los jóvenes. Pero este camino no empieza sólo en el filial sino empieza mucho más abajo, incluso en todos los equipos de fútbol base de la isla. Para ello hay que montar una infraestructura sólida que traiga y atraiga a los jugadores de valía de nuestra tierra.
No puede ser que un jugador de 13 o 14 años se tenga que ir fuera porque allí le ofrecen cosas que aquí son impensables. El RCD Mallorca debe tener una red de ojeadores que controlen a todos los futbolistas de la isla y debe tener un plan para ellos, canalizar a estos jugadores hacia una educación deportiva e integral que los encauce hacia las categorías superiores.
Ése es el camino que hay que encontrar, hacer de Son Bibiloni un Lezama o un Mareo(éstos se apoyan en el producto de sus provincias) y no vale con decir que es muy difícil o que es sólo teoría, no, hay que creer en ello y sobre todo sentar las bases para que sea una realidad. ¿Y cuáles son estas bases? Pues son: primero, creérselo y saber que en Mallorca hay suficientes mimbres para FORMAR a jugadores de futuro y de primera división; segundo, hacer un buen equipo de ojeadores que quizá aún no tiene; tercero, ofrecer a los padres de estos jugadores un proyecto creíble y atractivo que incluya no sólo el aspecto deportivo sino también su futuro académico y por tanto su formación como persona; y cuarto, ser coherentes con la opción elegida.
Sólo de esta forma conseguiremos tener un Mallorca viable económicamente , integrado en nuestra sociedad y un RCD Mallorca de todos y no sólo de unos pocos.
Jaime Bujosa Arbona para Fútbol Balear
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