Vicente Martínez asume el cargo de coordinador del club de Ses Caneletes con «responsabilidad e ilusión» y con el reto de devolver a la entidad blanquiazul «al mapa futbolístico de Menorca».
Lleva un buen puñado de temporadas entre pizarras y banquillos, tratando de sacarle punta a su vena de docente. Metido de lleno a educador, entrenador y ejecutivo de la federación, a Vicente Martínez Arribas (Socuéllamos, 1969) le ha llegado el momento de hacer crecer al club que abrazó su aparición en el planeta fútbol, allá por los años 90. Ha sido el elegido para coordinar el fútbol en Sant Lluís, luego de cuatro temporadas consecutivas en la entidad. Manifiesta «ilusión y responsabilidad» ante el nuevo encargo, uno de los mayores retos de su trayectoria profesional.
Es el secretario del Comité de Entrenadores, anda en la Escuela de fútbol, está al volante del fútbol femenino de Menorca, pero a Vicente Martínez le van los desafíos. Tal vez por eso ha decidido aceptar la propuesta de los gestores del Sant Lluís, que quieren convertir Ses Caneletes en un centro de referencia del balompié en la Isla: «La idea es reflotar el club a nivel deportivo, crear ilusión. Hay que valorar el legado que nos ha dejado la anterior junta, aprovechar lo que han hecho ellos y seguir por ese camino», reflexiona el entrenador de Ciudad Real, que tiene muy claro hacia dónde va el club: «Queremos dirigir nuestro proyecto hacia el fútbol formativo más que hacia el de competición».
El Sant Lluís saldrá el próximo ejercicio con 11 equipos, una empresa de considerable tamaño que requiere mimar la base y convertir al conjunto de Regional en el centro de todas las miradas. Esa es la lectura que hace Martínez, consciente de que los más pequeños necesitan una referencia: «La intención es que el equipo de Preferente sea el espejo de todos los demás. Tenemos que buscar una fórmula para que la gente venga al fútbol, que los más pequeños acudan a ver el Regional. Para eso hemos renovado al entrenador, hemos logrado la continuidad de algunos jugadores y hemos conseguido que vengan otros más jóvenes». Claro que el proyecto estrella va dirigido a los más pequeños: «A partir del 27 de junio ponemos en marcha una escuela de verano pero enfocada a la formación. Vamos a asociar el deporte y la cultura, de manera que los chicos aprendan los valores que necesitan para practicar el deporte. El fútbol es como la vida misma, se entrena como se vive y como se siente», destaca el nuevo coordinador.
Precisamente Vicente Martínez ha destacado en eso, en mezclar la cultura y el fútbol. No en vano, en febrero vio la luz Amaneciendo en ti, un libro que recoge 30 poemas suyos y 15 prosas poéticas de su hija Alba que han tenido una espectacular acogida. Mientras está metido de lleno en su nueva obra, insiste en que el estadio al que ha accedido en Sant Lluís le carga de un compromiso máximo: «El fútbol siempre es una responsabilidad. Para mí estar en el Sant Lluís también lo es, además de un reto y una ilusión. Aquí llevo entrenando cuatro años y es donde empecé hace veinte. Hay una junta directiva nueva muy ilusionada, con gente joven y creo que entre todos podemos generar mucha ilusión».
Martínez quiere dejar claro que la doctrina de la entidad va a cambiar en algunos puntos, pero que en otros va a seguir igual. Por eso se apresura a decir que el fútbol no puede estar ajeno al escenario económico que vive el país: «Seguiremos sin pagar a los jugadores del equipo de Regional, en eso mantenemos la misma filosofía. Por suerte tenemos un club bastante saneado, que no le debe dinero a nadie», explica. Eso le abre la puerta para hablar de la situación del balompié en la Isla, marcado por los descensos a Preferente y por la mala relación que existe entre muchos equipos: «Los presidentes deberían reflexionar sobre lo que se hacen en los clubes con los fichajes de jugadores cadetes, infantiles y de otras categorías. Nuestro objetivo principal es que al Sant Lluís venga todo el que quiera venir, pero nosotros no vamos a ir a buscar a nadie. Lo digo desde la humildad. Queremos ser un club educador y de formación».
«La única manera de que Sant Lluís vuelva al mapa futbolístico de Menorca es creando ilusión», manifiesta para acabar Vicente Martínez, el tipo que ha sido señalado con el dedo para asumir la tarea de convertir al club en una referencia en la Isla. De momento, su llegada ha ido acompañado de nuevas ideas, buenos propósitos y fichajes de jugadores que han llamado a la puerta de Ses Caneletes alertados por la irrupción en el cargo del entrenador de Socuéllamos. Suerte.
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