Sin noticias y en vilo. Así están los miembros del Atlético Isleño y de la Federación de Fútbol de les Illes Balears por indecisión del RCD Mallorca sobre la posibilidad de inscribir a su filial en Segunda División B, una resolución que tiene mañana como fecha tope y podría afectar al futuro del club ibicenco.

La entidad mallorquina tiene hasta mañana de plazo para dar el sí quiero a la categoría de bronce del fútbol español a cambio, eso sí, de 395.000 euros, el precio que pone la Española a la plaza en la categoría. Esta tarde se reúne en Palma la junta directiva de la FFIB para tratar este delicado asunto y hacer los preparativos de la Asamblea General de mañana, donde se sorteará el calendario de Tercera División y donde se debatirá, junto a los representantes de los diferentes clubes de la comunidad, qué equipo debe completar la competición -en caso de que el Mallorca B ascienda-, si el Atlético Isleño o bien el Murense mallorquín.

La encuesta

Tal es la incertidumbre en Can Misses que el club ha colgado en Facebook una encuesta en la que pregunta a sus seguidores qué creen que decidirá la federación. Los resultados no dejan lugar a dudas: el Isleño subirá a Tercera.

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