Su tarjeta de visita son los goles. Los ha marcado en todos los equipos donde ha estado y ahora espera conseguirlos con el Sant Rafel. El miércoles ya marcó tres tantos en el primer partido de la pretemporada y dejó constancia de su calidad. Admite que es un delantero a la vieja usanza y está deseando que comience el campeonato liguero para demostrarlo.

Franco Lautaro Franchino nació en Córdoba (Argentina) hace 25 años. Llegó a España con 17 años tras hacerse futbolista en las secciones inferiores del equipo Talleres de Córdoba. Aquí jugó en el Olímpic (A Coruña), Martos (Jaén), Criptanense (Ciudad Real) y en el Saint Lauren (Malta). En diciembre del año pasado recaló en el Formentera, en el que marcó 10 goles, que le avalaron para que otros equipos pitiusos de mayor categoría se fijasen en él y se interesasen por contratarle. Mario Ormaechea, entrenador del Sant Rafel, fue el más convincente y Franco es el fichaje estrella del conjunto azul esta temporada.

—Primer partido de pretemporada y tres goles marcados. No se podía haber empezado mejor…

—La verdad es que sí. Los goles siempre vienen bien, pero todavía quedan muchas cosas por hacer porque solo llevamos ocho entrenamientos, pero la verdad es que estoy contento de cómo me han ido las cosas hasta ahora. Estoy muy a gusto, pero me falta mucho rodaje para estar en perfectas condiciones.

—Ya sabe que le van a exigir que sea determinante en tareas ofensivas.

—Por supuesto, pero esa es la obligación de todos los delanteros. Lo nuestro es marcar goles y lo asumimos con naturalidad. Es, por otra parte, lo que más nos gusta: perforar las porterías.

—¿Cuántos espera marcar en la Liga con el Sant Rafel?

—Primero hay que ganarse el puesto en el equipo titular y quiero recalcar que no lo tendré nada fácil porque hay mucha competencia en la plantilla, pero bueno, si tengo que decir una cifra diré que me gustaría meter 15 goles. No estaría nada mal. Al menos vamos a intentarlo con todas nuestras fuerzas y creo que puede conseguirse.

—Tiene compañeros que le ayudarán a marcarlos…

—Hay un buen grupo de futbolistas. Seguro que nos ayudamos entre todos para llevar al Sant Rafel donde se proponga, que, en teoría, es la permanencia.

—¿Qué tal le han recibido?

—Muy bien. Sin problemas. Están cumpliendo con todo lo que me dijeron y la verdad es que no tengo ninguna queja. Estoy feliz.

—¿Cómo se fraguó su fichaje?

—Me llamó el entrenador Mario Ormaechea y me convenció para fichar. No tuvo que esforzarse mucho porque enseguida nos pusimos de acuerdo.

—¿Qué tal su relación con el técnico?

—Bastante bien. Es muy exigente, pero me gusta que sea así. En su época de jugador era delantero centro y seguro que aprendo muchas cosas de él. Me enseñará muchas cosas.

—¿Qué tipo de jugador es?

—Soy un jugador fuerte, que va bien de cabeza y creo que tengo buen tiro. También me gusta y me motiva luchar con los defensores. Diría que soy un delantero a la vieja usanza que ahora tiene que ganarse el puesto trabajando.

—¿Cómo describiría al Sant Rafel?

—Como un equipo luchador, trabajador y compacto que intenta jugar muy juntito. Me gusta. Se ve que hay calidad en la plantilla y en el poco tiempo que llevo también detecto buen rollo en el vestuario.

—¿A qué puede aspirar este conjunto?

—No lo sé. Es algo que no hemos hablado entre nosotros. De momento nos dedicamos a trabajar y trabajar.

—¿Y a qué aspira usted?

—A triunfar aquí y a progresar futbolísticamente. Mi primer objetivo es ser titular con el Sant Rafel y después ya vendrá lo que tenga que venir.

—¿Conoce la Tercera División?

—No. Ahora me estoy documentando un poco porque no sé nada de la Tercera balear.

—¿Qué mensaje quiere enviarle a los aficionados?

—Les diría que estén tranquilos, que el equipo trabajará duro para conseguir la meta que se haya fijado la entidad y que nosotros nos dejaremos la piel para defender los colores de este club que considero modesto pero también muy ambicioso.

Diario de Ibiza