El Mallorca ha ofrecido a De Guzmán la renovación de su contrato en unos términos económicos que le convertirían en el jugador mejor pagado de la plantilla, y con la promesa de que le facilitarán su salida si quien viene a buscarlo es un equipo grande…salvo que se trate del Villarreal. El club entiende que se trataría de una ofensa muy grande para la afición reforzar de esta manera al enemigo público número uno del mallorquinismo, y durante todo el día se ha trabajado en bloquear su salida. Serra Ferrer, además, se niega a hablar con ningún representante del equipo castellonense, que además no ha dado todavía la cara, porque quien ha aparecido ha sido un intermediario, y no va a negociar bajo ningún concepto por debajo de la cláusula.
Serra Ferrer le fijó a De Guzmán el pasado verano una indemnización de 12 millones de euros, pero existe un compromiso verbal, suscrito en presencia de testigos, mediante el cual el jugador podría marcharse si venía con una oferta de 8 millones de euros. Puede parece poco dinero, pero en el estado actual de crisis es una fortuna. Es cierto que el Villarreal ha ingresado 20 millones por el traspaso de Cazorla al Málaga, pero está de deudas hasta el cuello y no parece demasiado probable que quiera invertir tanto en un jugador que además no sustituye al internacional español (para eso en teoría ficharon a Camuñas), sino que ocupa otra posición en el centro del campo que teóricamente tienen bien cubierta con Borja Valero y Bruno.
El Mallorca se siente muy optimista en torno a la continuidad de De Guzmán. Para empezar el jugador entrenó ayer con total normalidad, y eso es un buen síntoma. Habrá que esperar a ver lo que sucede en las próximas horas, pero la tendencia anoche era creer que esta historia tendrá, como la de Nunes el año pasado, un final feliz.
Tomeu Maura (futboldesdesmallorca)
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