Tomeu Maura

Ya son oficiales los horarios de las dos primeras jornadas de Liga. El Mallorca jugará en Vallecas a las doce del mediodía, mientras que en la segunda jornada recibirá al Espanyol el domingo a las seis de la tarde.

De acuerdo al bodrio perpetrado por Mediapro con consentimiento de los clubes, cada partido tendrá su propio horario salvo alguna excepción. Se mantiene la pesadilla de los lunes por la noche, el partido del Plus se retrasa una hora, seguramente para impedir que los niños puedan verlo porque acabará los domingos a medianoche, y se consolida el horario del domingo a las doce del mediodía, mientras parece desaparecer definitivamente el más clásico de todos, el de los domingos a las cinco de la tarde.

La magia de la jornada siempre ha sido poder seguir varios partidos de manera simultánea. Eso se ha acabado. La liturgia de conectar la radio a las cinco de la tarde para disfrutar de las retransmisiones simultáneas ya ha pasado a la historia. Ahora habrá que soportar -con todos los respetos- un Levante-Granada a las seis de la tarde y estar atentos cada semana a ver qué horario le toca en suerte al Mallorca.

Por supuesto la primera consecuencia va a ser que los clubes tendrán menos abonados. A ver quién se puede permitir el lujo de hacer una inversión importante, y más en estos tiempos, cuando no sabes si te va a tocar jugar en sábado por la tarde, sábado por la noche, domingo por la mañana, domingo por la tarde, domingo por la noche o lunes por la noche. Por idénticos motivos los desplazamientos de aficionados también se van a resentir, y eso sin hablar del ambiente futbolísticos en los estadios, que sin marcadores simultáneos no va a tener nada que ver con lo que ha sido hasta ahora. Luego espero que no tengan la desfachatez de quejarse de que la asistencia a los estadios ha disminuido.

En lo único que estoy de acuerdo es en el partido del domingo a mediodía. Me parece un buen horario, sobre todo en invierno, que es además la mayor parte de la temporada. Pero por supuesto me parece un engendro lo de los lunes, y lo peor es la diseminación de horarios. Se acabó el ambiente de fútbol tal como hasta ahora lo entendíamos. Comienza una nueva etapa que al menos a mí no me gusta.

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