SEBASTIÁN CANDELA

La directiva del Eivissa no ha formalizado aún la dimisión anunciada el pasado viernes en un comunicado remitido a los medios informativos. Ni la Federación de Fútbol ni el Consell de Ibiza tenían ayer ninguna comunicación oficial del club. La decisión de los actuales directivos de sa Deportiva de abandonar su puesto plantea también diversos interrogantes que la directiva no ha aclarado.

El club informó a los socios de la dimisión de la junta directiva a través de una nota de prensa el pasado viernes día 28, en la que señalaba que toda la junta había dimitido tras reunirse en la sede del club «en virtud del contrato firmado el día 17 por Pedro Ortega y Antonio Stinà».

Ortega declaró a este rotativo que se había cumplido «con lo pactado» y que su marcha era «lo mejor para el Eivissa porque estas personas (el grupo italiano) están pagando cosas y hay que dejarlas trabajar».

El comunicado fue enviado desde las oficinas del club a las 20,10 horas y en el mismo figura el escudo de la Societat Esportiva Eivissa-Ibiza, un club que no existe en ningún registro federativo.

Sin embargo, una junta directiva no puede abandonar sus funciones aunque dimita y si lo hace debe ser sancionada, como refleja el artículo 140, apartado 1, del reglamento de la Federación de Fútbol de les Illes Balears, que dice lo siguiente: «Si en el club se produjese la dimisión del presidente y el cese de su junta directiva, no podrán abandonar sus funciones ni uno ni otros, bajo sanción de inhabilitación deportiva, y se constituirán en Comisión Gestora hasta que se proceda a la nueva elección, que deberá convocarse en término no superior a treinta días».

Si se llega a hacer oficial la dimisión de toda la directiva también se tienen que marchar los actuales directivos Antonio Stinà (tercer vicepresidente) y Tiziana Schipani (tercera vocal), por lo que automáticamente Schipani no puede ocupar la presidencia del club, como se anunció la semana pasada.

En el caso de que los directivos deportivistas decidan marcharse aceptando la inhabilitación, el artículo 141 refleja las consecuencias para el club: «Si los componentes de la junta cesante, a pesar de los dispuesto en el punto 1 del artículo anterior abandonasen sus funciones, podrá la FFIB optar entre designar la Comisión Gestora a que se hace referencia en el aludido artículo, siendo su composición mixta entre socios del club y representantes de la Federación o dar de baja al club con carácter definitivo».

Si finalmente los actuales directivos deciden quedarse y formar una junta gestora, tendrán que hacer una asamblea ordinaria en la fecha que señala el artículo 115, apartado 2, del reglamento: «Entre la fecha de la convocatoria y la de la reunión deberán mediar, al menos, quince días, debiendo notificarse a la FFIB con ocho días de antelación la fecha y lugar de celebración».

Por tanto, es imposible que la asamblea se celebre el próximo día 7, como se había apuntado desde la gerencia del club y según dijo Pedro Ortega.

Intervención oficial

Mario Avellaneda, conseller insular de Deportes, y José Roselló, delegado insular de la Federación Balear de les Illes Balears, admitieron ayer que sólo tenían constancia de la dimisión de la directiva «por lo que hemos leído en los periódicos, pero nadie nos ha comunicado nada oficialmente».

Ambos reconocieron que intervendrán si el club se queda sin directiva y que harán lo que dicte la ley. «Estamos dispuestos a intervenir si es necesario. Haremos lo que haga falta para que el club y sus directivos cumplan lo que indica el reglamento».

En estas instituciones tampoco figura la destitución de Antonio Stinà, en contra de lo anunciado en un comunicado, también de la Societat Esportiva Eivissa-Ibiza, el pasado día 8 de agosto. «Antonio Stinà nunca fue destituido. La Federación no tiene ninguna constancia», manifestó ayer José Roselló.

Deuda con la Federación

La junta insular está preocupada por la posible dimisión de Pedro Ortega como presidente del Eivissa porque las negociaciones para aplazar los pagos de la deuda con la Federación se hicieron personalmente con él, y si se marcha habrá que negociar con otra persona.

En la Federación hay inquietud porque no hay ningún acuerdo firmado ya que se confiaba en Ortega, pero ahora se encuentran con que no hay ninguna persona con la que negociar una deuda de unos 65.000 euros. La junta insular ha decidido no tramitar ninguna ficha de jugadores hasta que no se firme este contrato.

Esta situación ha provocado nervios e incertidumbre en los directivos que llevan las riendas del equipo juvenil, que sigue preparándose para disputar la Liga Nacional, ajeno a lo que sucede en las oficinas del club, pero los rumores que hay en Can Misses están poniendo nerviosos a los responsables de la sección.

DIARIO DE IBIZA