Paco Segarra, presidente del Sporting Mahonés, se desplazó ayer a Palma para mantener una reunión en tono cordial con el presidente de la Federació Balear, Miquel Bestard a quien puso al corriente de la difícil situación económica por la que atraviesa la entidad y pidió ayuda para soluciones a corto plazo.
Aparcadas las diferencias entre ambos a raíz de las críticas públicas que hizo el mandatario sportinguista sobre el balear el pasado julio, la entrevista que tuvo una corta duración, regeneró las relaciones entre ambas partes. Segarra realizó dos exposiciones al presidente balear. La primera es su vieja idea de hacer partícipe del Sporting Mahonés a toda la Isla alternando el campo de juego en Maó y Ciutadella periódicamente cada temporada, sin que los otros clubes de Menorca, que sería su nuevo nombre, perdieran la identidad propia. Pero ante la complejidad de esta propuesta que el propio Bestard ve “de muy difícil ejecución”, Segarra también pidió al líder del fútbol balear que le ayude a encontrar a otro club del Archipiélago que esté dispuesto a implicarse ya con el Sporting Mahonés con el propósito de trasladarle la plaza de Segunda B al término de esta temporada. “Es algo así como hacer un trueque, pero le he dicho que lo veo muy complicado y tampoco sé si legalmente es posible”, explica Bestard a este diario.
Segarra, por su parte, señala que “busco alternativas para pagar a los jugadores que es lo que más me preocupa para que podamos llegar a mayo. El proyecto de crear un club para toda la Isla esta pendiente de la respuesta de las instituciones, y si no es viable, la alternativa es que pongo la plaza de Segunda B a disposición de cualquier club balear a corto plazo, o la pongo a la venta más adelante. Eso es lo que le he explicado a Bestard y no ha puesto inconvenientes”, informó el presidente sportinguista a este diario.
Respecto a su viejo proyecto de crear un macroclub en la isla que aglutine a la mayoría de poblaciones y entidades deportivas de varias disciplinas, Segarra dice que “llevo tres años madurándolo y lo he presentado al nuevo gobierno insular, pero si esto no cuaja, con todo el dolor del mundo, lo dejaré”. Añade que “se lo he explicado a los jugadores y saben que ya no puedo retenerles si quieren marcharse”. Antes del domingo debe darles una solución, tal y como se comprometió hace dos semanas, “pero la verdad es que hoy por hoy, no la tengo”.
El presidente comprende la crisis y las dificultades de la instituciones pero asegura que “este club tiene futuro y con 300.000 euros creo que salvaríamos la temporada”.
Cuestionado por el riesgo que asumió al mantener la categoría tras la situación límite de antaño, el presidente dice que “es cierto, lo asumí después de haber puesto mucho dinero pero había dos opciones, o dejar colgados a los jugadores el 30 de junio o seguir batallando para tirar adelante aunque ahora estemos así. No esperaba esta situación a estas alturas”. Añade que “al equipo le conviene conservar la categoría porque deportivamente, si bajamos y desaparecemos no cobraría nadie”.
“Comprendo la preocupación de Segarra por sus jugadores porque no les puede pagar y además no saben cuánto van recibir de las instituciones ni cuándo cobrarían; haremos lo posible por ayudarle pero está difícil”.
Diario de Menorca
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