Como a Bill Murray en ´Atrapado en el tiempo´ a Toni Torres parece no acabársele nunca el verano. No es que el secretario técnico del Atlético Isleño se queje de las altas temperaturas que han alargado el veranillo de San Miguel en la isla. Durante los dos últimos meses, el responsable de gestionar la plantilla vilera no ha podido confeccionar un grupo de futbolistas definitivo para jugar en Tercera División. La temporada de verano no vive su closing.
Las dificultades a las que ha tenido que plantar cara el debutante en categoría nacional han sido muchas y para Torres su particular día de la marmota se repite jornada tras jornada entre bajas y nuevas incorporaciones. De hecho, los 22 futbolistas que comenzaron a corretear por Can Misses el pasado 22 de julio difieren bastante de los 19 con los que cuentan ahora mismo Pepe Arabí y Jaume Mascaró.
Conocido el ascenso del filial del Mallorca a Segunda B, al saberse ´herederos´ de su plaza en Tercera, el Isleño dio arranque a su stage con un grupo formado exclusivamente por efectivos ibicencos. Torres ya sabía que tendría que dar muchas pinceladas en un lienzo por entonces blanco. Eso sí, el secretario técnico ha sudado la gota gorda: ha hecho siete fichajes, ha dado ocho bajas e, incluso, ha tenido que contratar un técnico –Mascaró– al no disponer Arabí de titulación para poder entrenar oficialmente en la división balear.
Incansable trasiego
A este trasiego de jugadores hay que unirle la lesión de larga duración de Carlos Vega (una triada le tendrá apartado de los terrenos de juego hasta primavera) y el goteo de los chavales de las categorías inferiores. Por ejemplo, el portero Iván se entrena con el equipo, pero no se le ha hecho ficha. Otros, como el jovencísimo Jordi Serra han podido estrenarse en Tercera con solo 16 años.
Con estas idas y venidas, han sido 24 los jugadores que han disputado al menos un minuto, entre los que no se incluye el portero Adrián Jiménez, Koki, al haber gozado David Prats de la confianza técnica en los siete choques disputados hasta la fecha.
«En mis siete años en la Peña Deportiva nunca había tenido un inicio de temporada más difícil. Este los supera a todos. El reto es bonito e ilusionante: si conseguimos salvarnos este año creo que se va a construir un proyecto de largo recorrido en Tercera», comentó ayer Torres. El dirigente del Isleño reconoció la entereza de muchos jugadores locales en asumir su marcha del club: «No ha habido problemas con ninguno. La Tercera es dura y supone un sacrifico extra. Todo el mundo no lo puede asumir».
Diario de Ibiza
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