«La plaza del Sporting Mahonés no se puede vender». Así, con este mensaje tan explícito, han abortado la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB) la operación que Paco Segarra había iniciado para traspasar los derechos federativos del club de Maó. Los dos organismos han recordado que el reglamento «no contempla» esta maniobra y que el hecho de que el Sporting no sea una SAD imposibilita el traslado del equipo a otra ciudad.
El ejecutivo catalán lleva días buscando un comprador, pero puede darse de bruces con la realidad que exponen desde Madrid y Palma: «No es viable». La legislación de la RFEF no permite la compra y venta de plazas en la categoría, por lo que cualquier movimiento en esa dirección caerá al vacío: «Sería ilógico, lo normal es que los equipos jueguen en su ciudad y no en otra distinta. Por eso en la federación no lo contemplamos», explica Marcelino Maté, presidente de la Comisión de Segunda División B. «Reglamentariamente eso no es posible», añaden en la FFIB.
Paco Segarra ha ofrecido la plaza del Sporting Mahonés primero a los clubes de Balears y en segunda instancia a cualquier interesado de la Península, pero eso ha generado un gran estupor en las federaciones. Lo cierto es que en la planta noble de Las Rozas nadie quiere afrontar otro episodio como el que vivieron en el 2007. Entonces el empresario Carlos Marsá, un inversor madrileño afincado en Granada, adquirió los derechos federativos del Ciudad de Murcia, que actuaba en Segunda División, y los transfirió a la ciudad andaluza. Salió a competir bajo el nombre de Granada 74 tras un litigio con RFEF y FIFA que acabó en el TAS (Tribunal de Arbitraje), que le dio la razón. Con todo, en esa ocasión la defensa argumentó que se trataba de un cambio de residencia y nombre de una Sociedad Anónima Deportiva, por lo que Madrid tuvo que aceptar la resolución.
SAD
El hecho de que el Sporting Mahonés no sea una SAD hace que la operación sea todavía más compleja. Además, también ha enfriado el interés del empresario que días atrás contactó con Paco Segarra para interesarse por la situación del club. Y es que, según ha podido saber esta redacción, este patrono ha recibido propuestas para ser el accionista mayoritario de Xerez y Salamanca, equipos de mayor envergadura y que sí que son sociedades. A pesar de todo la intención del empresario, en el caso de entrar en el Sporting, sería la de mantener el club en Maó.
«Todo está muy complicado porque han bajado las ayudas, pero estoy seguro que si Segarra asumió estos compromisos es porque tenía garantías. Buscaremos la mejor solución posible y trataremos de ayudar», dice Maté.
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