Los jugadores se citarán el miércoles con un abogado de AFE para recibir instrucciones de como proceder para convocar el paro.
La veda se ha levantado definitivamente en el Sporting y la plantilla camina hacia la convocatoria de huelga como medida última para intentar desbloquear una situación que les mantiene sin cobrar un duro desde el mes de agosto. Los futbolistas del equipo azulado tienen decidido apretar la tecla más dolorosa y esperan la llegada el miércoles de un abogado del sindicato de jugadores (AFE) para poner sobre la mesa la decisión mayoritaria en la plantilla de cesar la actividad como medida de fuerza. A partir del anuncio de paro se iniciará un plazo de quince días antes de hacer efectiva la huelga. De esta manera los partidos ante el Badalona, Reus y Zaragoza B quedarían asegurados. Sin embargo, el equipo no viajaría a Denia en la jornada del 20 de noviembre. La decisión acaerraría la perdida automática de tres puntos. En caso de que el parón prosiguiera otra jornada más, se podría convocar otra huelga, la consecuencia sería ya la expulsión del Sporting Mahonés de la Segunda División B. La Federación balear confirma esta circunstancia. Los jugadores esperan no llegar a un extremo como ese. No lo desean. «El club en caso de que se convoque la huelga la próxima semana va a tener suficiente tiempo para encontrar una solución y poder saldar la deuda con la plantilla», explica José Angel Moyano. El capitán tiene en cuenta el plazo de diez días más que pidió esta semana el presidente. «Cada día es más difícil aguantar, pero vamos a ver si en este margen ya sea a través de empresas o administraciones se puede conseguir una solución», reitera.
La cuestión es que la dramática situación económica que atraviesan los jugadores de la plantilla ya afecta al plano deportivo. Lluís Elcacho ha dado permiso a los jugadores que residen fuera de Maó para acudir opcionalmente a algunos entrenamientos, sobre todo en los días en que hay doble sesión de entrenamiento. Raúl Capó, Biel Medina, Jeroni Coll, Berto Vaquero y Dani Camacho son los futbolistas que en principio están eximidos de acudir a Bintaufa en días determinados.
El anuncio por parte de las instituciones de la cantidad económica que recibirá el club la próxima temporada o el acuerdo con un patrocinador privado, posibilidad que maneja Paco Segarra, son las dos opciones más factibles para aportar cierta liquidez a las arcas del Sporting y paliar la situación límite que atraviesan un buen número de jugadores del equipo. La venta de la plaza de cara a la temporada que viene para cubrir la deuda esta temporada es imposible según la legislación deportiva vigente, como se encargó de dejar claro la Federación Balear ante la insistencia de Paco Segarra sobre la existencia de posibles empresarios interesados. El drama del Sporting se prepara la semana que viene para dar una vuelta de tuerca más.
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