Clamor para evitar los fichajes de las futuras jóvenes promesas

Futuras promesas de la selección Española
Futuras promesas de la selección Española

«Es un expolio», clama el responsable de la cantera del Espanyol, Manel Casanovas; «los ingleses nos han robado este verano a tres chicos: Joan Àngel Roman al Manchester City; Cristian Márquez, al Fulham; y Román Golobart, al Wigan. Y hace dos años, el Chelsea se llevó a Sergio Tejera. Van de señores, pero vienen con mucha prepotencia. O protegen a los clubes formadores o cerramos el fútbol base. En España es peor: el Barça nos ha quitado 40 jugadores en 10 años sin pagarnos un euro».

A ese coro de damnificados se unen otros clubes modestos que, como el Parma de 2005, supervisado por Arrigo Sacchi, vio marcharse al Manchester a su joya de la corona: Giuseppe Rossi. El Manchester pagó al Parma 350.000 euros por el delantero, vendido dos años después al Villarreal por 10 millones. «Fue un robo», recuerda Sacchi.

La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) abrió la espita el 3 de septiembre. Sancionó al Chelsea por inducir hace dos años al centrocampista Gaël Kakuta, que tenía 16, a que rompiera con el Lens francés. Desde entonces, un goteo de protestas de equipos de formación, la mayoría franceses, ha llegado a la FIFA, que amenaza con prohibir todas las transacciones internacionales de menores de 18 años. Al Chelsea, que recurrirá al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), se le prohíbe fichar hasta 2011. Y, por esta vez, los demás clubes ingleses se han solidarizado con Roman Abramovich. Sienten la amenaza de la FIFA en el cogote.

«Los jóvenes van donde puedas ofrecerles un futuro más brillante», replica Francis Cagigao, ojeador del Arsenal. «No se puede obstruir su progresión. Nosotros negociamos con los clubes, como con el Barça por Fran Mérida. Si no hay un acuerdo, hay una sentencia judicial

[por vía ordinaria en este caso], que no se hizo efectiva porque pactamos. En nuestro primer equipo juegan chicos de 17 años. Si un futbolista joven se beneficia de un contrato profesional, ¿dónde está el problema?».

El problema, según la FIFA, es que por cada chico que llega a profesional, hay 20 que fracasan. «¿Se ha hecho un seguimiento de qué pasa con un niño de Costa de Marfil de 13 años que no llega a ser jugador?, ¿dónde se queda?», tercia Monchi, director deportivo del Sevilla. Los presidentes de la FIFA, Joseph Blatter, y de la UEFA, Michel Platini, coinciden en que es mejor que el jugador se desarrolle en su entorno. Quieren cambiar el reglamento para 2010.

«La FIFA ya prohíbe fichar a menores de 18 años con tres excepciones», aclara Monchi; «si hay un traslado laboral de la familia del menor; si es entre países del mismo continente y se les garantiza los estudios (nosotros trajimos al finés Puki); y si es entre distintos continentes, pero las fronteras entre los países están a menos de 50 kilómetros». El primer caso es un coladero para la FIFA, ya que los clubes ofrecen un trabajo a los padres y burlan el espíritu de la norma. En 2005, la FIFA paró el fichaje del joven paraguayo Acuña porque entendió que el Cádiz le había ofrecido un trabajo a la madre.

Claro que no siempre sucede así. «El Boca denunció al Mallorca por el fichaje de Trejo y perdió porque el chico ganaba 200 pesos al mes en el club de origen», explica Juan de Dios Crespo, abogado especializado en deporte. La cuestión, dice Crespo, es si el chaval vivía o no del fútbol en su equipo de formación. «Piqué ganaba 200 euros al mes en el Barça cuando se lo llevó el Manchester; Pacheco, del Barcelona al Liverpool, lo mismo. Kakuta ya ganaba 3.000 euros al mes y ha roto el contrato con el Lens. Cualquiera mayor de 16 años puede firmar», concluye Crespo.

La Unión Europea permite la movilidad laboral a los mayores de 16, de ahí que la FIFA negocie para que haya un reconocimiento de la especificidad del deporte. Todos los traspasos nacionales están en manos de las asociaciones nacionales. Pero cuando un club extranjero se lleva a un joven, el equipo de origen recibe una compensación económica en función de la edad del chico, el tiempo en la escuela nodriza y la categoría de los clubes. «A nosotros», dice Monchi, «el Liverpool nos pagó 330.000 euros por Barragán, que llevaba mucho tiempo con nosotros».Dario Gradi, director de una de las mejores canteras inglesas, la Crewe Alexandra, está entusiasmado con la sanción al Chelsea: «Los ricos roban a los pobres y la FIFA nos ha dado esperanzas a los pequeños. Cualquier compensación es insignificante por todo el trabajo. Estoy encantado de que los grandes clubes estén aterrorizados».

También lo está Gordon Taylor, director de la Asociación de Futbolistas Profesionales: «El fútbol es competición. Y no deberíamos tener a los mejores jóvenes en los clubes más ricos y más grandes

[la diferencia en la clasificación entre los clubes poderosos y el resto en las Ligas europeas es cada vez mayor, según las estadísticas de la FIFA]».

«Los franceses se quejan de los ingleses, pero ellos hacen lo mismo con los chicos francófonos africanos», interviene Jesús García Pitarch, director deportivo del Atlético. «Es verdad que muchos no llegan a nada y sufren el desarraigo de un país extranjero, pero es la vida. Tampoco se puede cortar la progresión y el futuro de una familia».

La sanción al Chelsea ha generado un gran debate en Inglaterra. El último producto de la cantera del Chelsea ha sido el defensa Terry, de 28 años. Quizá a los ingleses les resulta más barato comprar talentos que formarlos. «En Inglaterra», tercia Juan Carlos Garrido, entrenador del Villarreal B, «tienen muchos extranjeros porque, según su legislación, no pueden fichar a chavales que estén más lejos de una hora de su casa. Ha habido mucho pirateo con africanos y suramericanos, pero la mayoría lo hace bien. Messi vino con 13 años; Emaná, lo mismo, al Valencia. Con unas normas para todos, debe haber libertad para fichar. Menos de un 1% de los alevines llegará a la élite, extranjeros o nacionales. Si un chico ha estado unos años en un club argentino, pagando unas cuotas, ¿por qué no lo van a dejar ir a un club con mucha más proyección?». Aún así, el Villarreal ha dejado de fichar a niños foráneos porque, dice, les cuesta demasiado adaptarse. Prefiere a los españoles.

El Barça cuida de unos 15 extranjeros menores de 18 años, según Albert Benaiges, director de la cantera, partidario de frenar los traspasos entre países europeos, pero no así cuando se trate de países «tercermundistas», aquellos que no garanticen la educación de los niños. «Ahora es un cajón de sastre. Habría que evitar a la gentuza de intermediarios en el tráfico de menores [sólo el 25% de los traspasos internacionales los gestionan agentes con licencias de las federaciones nacionales, el resto son abogados o familiares], pero que les den oportunidad a los jóvenes de ser futbolistas y personas. Si los chicos estudian y se ponen a trabajar es un éxito».Messi es el paradigma de lo que abortaría la FIFA de seguir con sus planes restrictivos, según Wenger. «A Messi el Barcelona le pagó un tratamiento médico y le trajeron a la familia. Puedes preguntarte si eso está bien o mal, pero hoy Messi es el mejor del mundo. Si prohíben vender antes de los 18, ¿sabéis lo que pasará? Serán vendidos igual a los agentes. A los 13 o 14. ¿Dónde irán? No a los clubes de alto nivel, sino a los clubes comprados por hombres de negocios, de baja estofa, donde estarían hasta los 18 esperando a ser vendidos».

El País.es

Comenta esta noticia

Los comentarios están desactivados temporalmente. En breve estarán disponibles de nuevo.