Aprobado el convenio pese a los votos en contra de Sevilla, Athletic de Bilbao y Gregorio Manzano (ese gran entrenador al que se ve que le daba igual que el Mallorca desapareciera mientras él cobrara lo que se le debía), el club abandonará el concurso de acreedores en un plazo cercano a los diez días, cuando la juez emita el auto correspondiente. Al final se han conseguido adhesiones por un valor de 16.681.618,74€.

Dicho esto, ahora comienza para el Mallorca una verdadera travesía en el desierto. Durante los diez próximos años el club estará obligado a pagar anualmente 4,5 millones de euros en concepto de amortizaciones tanto a los acreedores ordinarios (que liquidarán su deuda en un plazo de cinco años) como a los privilegiados (Hacienda, que cobrará en diez). Eso significa que hay que estar preparados para asumir que, o entra un inversor, o las posibilidades deportivas del equipo serán mínimas. Es el precio que hay que pagar por los 83 millones de euros que condujeron a la entidad a la suspensión de pagos y la llevaron al borde de la desaparición.

Una vez más quiero resaltar el extraordinario trabajo de Llorenç Serra Ferrer, Miquel Coca, Jaume Cladera y Biel Cerdà, que no sólo han salvado al Mallorca de la quiebra, sino que consiguieron finalizar el pasado ejercicio con 11 millones de euros de beneficio. Pese a las críticas que han recibido, ellos son los verdaderos responsables de que hoy el club siga existiendo.

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Fotos RCDM