Pedro Ortega y Alfredo Santaelena, presidente y entrenador de la SD Eivissa respectivamente, compartieron mantel y cubierto en Madrid. El encuentro, 48 horas después de la última derrota del equipo sirvió para que ambos clarificasen posturas y expusieran sus respectivos puntos de vista. Nada importante, nada trascendente tras los puntos de vista encontrados después de caer en el Mini Estadi ante el filial azulgrana.
Ortega hizo un juicio tan técnico como deportivo del que Santaelena tiene una clara discrepancia. Aunar esfuerzos a estas alturas de temporada con la precaria situación deportiva del equipo y la no menos preocupante económica, aunque constructivo, no va a dar grandes soluciones a la entidad.
Los pagarés del filial
Pedro Ortega depositó en unos pagarés la forma de pago a los jugadores del Eivissa B. El presidente sí ha pagado, pero los jugadores no han cobrado. La explicación tiene su clave en que esos pagarés son para el mes de junio, están en poder del delegado del equipo, Marc, ex-jugador del Eivissa, y, aunque trata de negociarse la efectividad de los mismos con urgente inmediatez, las negociaciones no han llegado a un fin satisfactorio para la plantilla que ha reivindicado sus derechos con el paro de un minuto el pasado sábado y se siente huérfana y desamaparada por la gestión de la directiva.
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