Xisco Nadal es un superviviente. Aunque el ostracismo que vivió en el Granada 74 le obligó a completar un trabajo extra para recuperar esa chispa que le hizo ser el futbolista más joven en lograr un gol en la actual Liga BBVA -lo marcó con el Villarreal ante Osasuna en febrero de 2003 cuando tenía 16 años-, ahora se ha convertido en el comodín de Luis García Plaza. Explotó en banda derecha y ante la baja de Geijo ha vuelto a su hábitat natural, más cerca del área. Luis lo conocía de sobra de su etapa en el Villarreal B.

VALENCIA / I. ALGARRA En Orriols no le ha fallado. ¿Qué pasaría si cayera también él? Mejor ni pensarlo. Xisco no teme a esa urna donde el preparador madrileño quiere meter a los delanteros para que ni entrenen, sólo que corran. El balear entona el resistiré. Cuerda le queda para rato pese a que partido a partido los defensas se empeñen en dejarlo ´noqueado´. Otra vez es el único ariete a pleno rendimiento. Pero necesita socios. Seguro que Rubén y Del Moral no le dejarán en la estacada y se unirán a la lista.

Como al resto de sus compañeros, Xisco está preocupado por la plaga de lesiones, pero confía en los supervivientes. «Los que quedamos seguro que vamos dar guerra. Estamos haciendo una muy buena temporada con las complicaciones que hemos sufrido desde el inicio, estoy convencido de que los resultados hubieran mejorado sin tantas lesiones, además han sido de jugadores importantes. Siempre hemos levantado la cabeza tras un revés y lucharemos hasta el final para estar lo más arriba posible, sin descartar nada. Primero hay que lograr la permanencia y ganando un par de partidos cuanto antes lo conseguiremos», explica Xisco Nadal, quizás el futbolista de la primera plantilla que más kilómetros, con sentido, hace en un encuentro. Conforma junto a Felipe y Tena ´el autobús Vila-real´. Ayer hizo de chófer, una tarea que se turna con el central ya que el centrocampista carioca no tiene carnet.

Basta con presenciar un día de trabajo para ver que Xisco ejemplifica el perfil de jugador, y en este equipo hay de sobra, que ha logrado sentirse de nuevo importante. No le gusta perder ni en los entrenamientos, incluso se cabrea y bastante. Ese espíritu ganador lo refleja en el campo… salvo en la visita de la Real Sociedad cuando fue expulsado antes del descanso. «A mí, como si el míster me quiere poner de portero», explica cuando se le pregunta sobre su polivalencia. Xisco Nadal cree que los atacantes han superado ese tramo en el que podían ser seguidos con más detenimiento tras el mazazo del capitán: «Es complicado reemplazar a Geijo, pero poco a poco lo estamos consiguiendo. Los delantero no hemos tenido una presión añadida. Del Moral tiene calidad, al igual que Rubén Suárez. También está Rubén Sánchez. Todos podemos ayudar y a la vez sentirnos orgullosos del trabajo que estamos realizando». El sábado toca el Castellón, un equipo que está más cerca del ascenso. Xisco asume que habrá que «luchar mucho» para sumar la victoria «y hacer así bueno el empate sumado en Girona».

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