Miguel Juan Urbano
La salida del Sporting Mahonés del grupo III de la Segunda División B debido a la deuda acumulada supone un golpe brutal para la masa de abonados y seguidores del histórico club que ha sido el más representativo de la Isla en los últimos 30 años de fútbol por sus dos etapas en la Segunda División B y por haber competido en Tercera, la mayoría de las ocasiones, en la zona alta de la clasificación.
Sin embargo, más allá del dolor sentimental que provoca la desaparición del primer equipo del club y, con casi toda seguridad, la de su nombre la próxima temporada, ésta desata una serie de cuestiones puntuales que deberá resolver la junta directiva a corto y medio plazo. Las preguntas afectan tanto a la tramitación de la baja del primer equipo en la categoría como a los efectos colaterales que esta situación provoca tanto entre los socios que han pagado su carnet anual, como en acreedores, ayudas institucionales e, incluso, en la vetusta instalación que ha utilizado desde su inauguración el 3 de septiembre de 1978. El campo Municipal de Maó, escenario de tantos partidos inolvidables parece abocado el desuso definitivo tras la construcción del nuevo Bintaufa 2 de hierba artificial.
El presidente, Paco Segarra, tiene previsto desplazarse a Menorca entre hoy y mañana, y mantener una reunión con la junta directiva en la que deberá concretarse el calendario de actuaciones a partir de ahora. El máximo mandatario ha insinuado su deseo de convocar una rueda de prensa para dar a conocer otros pormenores de las causas que han desembocado en la triste realidad en la que se halla el club.
Más adelante es probable que el propio presidente y los directivos convoquen una nueva asamblea extraordinaria para explicar el nuevo estado en el que queda el club y su línea de actuación a partir de ahora.
Segarra, defendido por sus más afines en el club, como el ‘hombre para todo’, José Pons, y su director deportivo, Matías Borsot, ha comentado que todos son culpables de lo que ha sucedido “y yo el primero”, dijo la semana anterior.
1 ¿Renuncia a la categoría o exclusión de la Segunda B?
Aunque la exclusión acarrea una sanción económica mayor que la exclusión por una doble incomparecencia, resulta obvio que el Sporting actual no va a pagar ni una sanción ni otra. Por este motivo, asesorado por la FFIB, el club enviará esta semana una carta a la Española comunicando su situación y la imposibilidad de continuar jugando porque no tiene futbolistas para ello. Es una forma más elegante de finalizar su presencia en la Liga porque evitará el desplazamiento inútil del Orihuela y de los árbitros, que el próximo domingo debían jugar en Maò.
2 ¿El equipo desciende a Tercera o a Regional Preferente?
Bien sea por renuncia o por exclusión, el primer equipo del Sporting desciende a Tercera División, en primera instancia, y sin posibilidad de volver a ascender a Segunda B hasta transcurrida una temporada más. Pero si a 30 de junio no ha podido satisfacer la deuda con los jugadores y la federativa, queda descendido una categoría más, es decir, a Regional Preferente. Sin embargo, como la deuda persiste, se le retiran los derechos federativos y no puede tramitar la inscripción de ningún equipo. El club queda inoperativo hasta que pueda pagar o pasen seis años.
3 ¿Y las subvenciones anunciadas por las instituciones públicas?
El Sporting Mahonés debe recibir 45.000 euros del Ayuntamiento de Maó, 70.0000 euros del Govern Balear y 32.500 del Consell Insular de Menorca. Las ayudas están concedidas y hechas públicas por la Administración. Sin embargo, la salida obligada de la competición ya ha generado comentarios en torno al cobro de estas sumas que permitirán, en parte cumplir con algunos acreedores. El club estima que el presupuesto del club incluye estas ayudas y, dada su situación, aguarda la comprensión general para que las reciba en su momento.
4 ¿Qué va a suceder con los socios que han abonado su carné?
El Sporting Mahonés va a dejar de jugar ocho partidos en su campo durante lo que resta de temporada lo que supone un perjuicio para sus socios que han abonado el carnet anual en sus diferentes modalidades. La directiva espera, del mismo modo, la comprensión de los sportinguistas ante las decisiones que se han tomado y, en cualquier caso, no podrá reembolsar ninguna cantidad a los perjudicados considerando que el precio del carnet ya estaba suficientmente ajustado a una cuantía anual media de unos 130 euros.
5¿A qué se destinará ahora el vetusto campo Municipal?
El uso del campo Municipal es otra cuestión a considerar por la directiva debido al coste que supone su mantenimiento al tratarse de césped natural. Las categorías inferiores ya juegan en el nuevo Bintaufa 2, de hierba artificial, por lo que el vetusto campo puede acelerar su ya considerable deterioro al no tener una utilización definida. Dado que el cuidador del campo es una persona próxima al club tras la marcha del profesional porque no cobraba, la continuidad del césped actual corre peligro tanto como el propio campo.
6 ¿Siguen Paco Segarra y sus directivos al frente del club?
Salvo que esta semana anuncie lo contrario, Paco Segarra comentó la pasada semana a este diario que piensa continuar en la presidencia del Sporting, al igual que los directivos. Su mandato de cuatro años concluye a finales de la presente temporada y aunque su voluntad anunciada y corroborada ayer por el portavoz del club, José Pons es la de mantenerse en el cargo, al menos hasta entonces, el divorcio que mantiene con gran parte de la directiva y la situación actual podrían precipitar su salida.
Diario de Menorca
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