Paco Segarra no contempla abandonar la presidencia del Sporting. De hecho, el dirigente, que ayer estuvo en Menorca durante algunas horas, trabaja sobre diversos planteamientos para consolidar un proyecto de futuro –siempre con la intención de conservar la actual denominación del club–. Enjugar una porción de la deuda con el dinero que las instituciones deben embolsar a la entidad en breves fechas, potenciar la cantera, uno de los grandes activos de la entidad, y regenerar el actual grupo directivo son las prioridades de Segarra a corto plazo para reactivar a un Sporting que de seguro no contará con la figura de Matías Borsot en la dirección deportiva cara al próximo curso.

El mandatario catalán aterrizó a la mañana de ayer en la Isla y marchó de regreso a Barcelona en mitad de la tarde. Segarra, que rechazó hacer declaraciones a los medios de comunicación locales, a los que emplaza para dentro de siete días, se reunió en las oficinas del club con el directivo Jesús Florez, Borsot y el director de comunicación blanquiazul, José Pons, con los que despachó un buen rato. Ulteriormente almorzó con Borsot y Pons, tras lo cual siguió analizando la actualidad del Sporting.

Según fuentes consultadas, Segarra ni contempla abandonar la presidencia del club, cuyo mandato agota en junio. Conforme a los estatutos de la entidad de Maó, al término de la temporada debe abrirse un nuevo proceso electoral, para el que se presume no habrá candidatos a excepción del propio Segarra. Todo apunta a que el catalán será reelegido sin necesidad de recurrir a los comicios, que de celebrarse finalmente, Segarra no alberga duda que vencerá.

Con antelación, Segarra prevé liquidar parte de la deuda (con prioridad a la contraída con proveedores) con el dinero que Illesport, Consell Insular y Ajuntament deben inyectar al Sporting correspondiente a las subvenciones de esta temporada.

Confianza

A pesar del atípico y precipitado final que aguarda al primer equipo, el Sporting confía en que las administraciones públicas cumplan con los acuerdos suscritos, lo que implicaría un ingreso líquido que rondará los 100 mil euros.

En ese sentido, el Sporting considera que ha disputado la campaña y de lado alude al caso ocurrido con el CB Ferreries, que en 2009 ascendió a liga EBA, renunció al logro, pero percibió la contribución trienal de Fundació Illesport con la que saneó sus arcas. Acerca de la ya extinta plantilla, el mandatario está convencido de que podrá negociar con varios exjugadores una quita y así rebajar sustancialmente el déficit.

Al margen, Segarra estudia la opción de crear un juvenil de primer orden, con el objeto de acceder a la División de Honor, conjunto que durante el bienio a devenir resaltaría como el emblema de un Sporting que pondrá en liza también un equipo en Regional. Cimentar la base desde abajo lo considera fundamental el dirigente, así como renovar una parte de la junta. Segarra se siente defraudado con la actitud de ciertos directivos, que le aplaudían todo cuando firmaba cheques y le han dado la espalda en los instantes más críticos. En suma, son varios los preceptos cardinales en mente de un Segarra decidido a asumir un nuevo mandato al frente del Sporting Mahonés, club que bajo su mando consiguió el segundo ascenso en su historia a Segunda División B.

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