La instalación mahonesa vio paralizada ayer su actividad cotidiana por primera vez en la historia del Sporting Mahonés, sin posibilidad de continuar en la Segunda División B.
Miguel Juan Urbano
Son las 12 del mediodía en Bintaufa. Es domingo, 29 de enero, pero no hay fútbol en el Estadio Municipal Mahonés. Por primera vez desde que fue inaugurada esta instalación el partido de Liga que le correspondería albergar no se juega.
Su titular, el Sporting Mahonés, es un equipo sin futbolistas para enfrentarse al Orihuela, el rival que debía visitar Maó en la vigésimo primera jornada del campeonato y no lo hizo, advertido por el propio Sporting y la Federación para evitar un gasto absurdo.
Es la deasazonadora realidad que habita en el club más laureado de la Isla en las últimas tres décadas por mor de un deterioro implacable que, posiblemente, podía y debía haberse evitado. 33 años y cuatro meses después de aquél 3 de septiembre de 1978 en el que Sporting y el Europa estrenaron el Estadio Municipal en partido de Liga, éste se queda sin fútbol.
El Sporting ha dejado de competir en el grupo III de la Segunda División B mediada la temporada por la marcha de sus jugadores, las denuncias de éstos, y la imposibilidad de reemplazarlos según estipula el reglamento federativo.
Le aguarda al histórico club mahonés engendrado hace cerca de 40 años, una nueva travesía por el desierto como la que sucediera 19 años atrás, cuando sufrió el descenso a Tercera tras seis campañas en Segunda B. Pero en esta ocasión será más cruel, mucho más complicada de digerir para sus irreductibles porque, salvo que alguien pague, el club puede desaparecer en la práctica a partir del próximo junio.
En la temporada 2012-2013, entonces, no habrá otro Sporting Mahonés en ninguna categoría y en su lugar competirá el Sporting Illa de Menorca. Tristemente, aunque por razones distintas, una situación que guarda cierta similtud con la que se creo tiempo atrás con el UD Mahón y la UD Seislán o el CD Menorca y el CD Isleño, progenitores de este desventurado club. ¡Quién le iba a decir al Sporting que se iba a ver obligado a tomar un camino conocido en la historia del fútbol mahonés del que él era uno de sus responsables!
Desde aquella entusiasta inauguración del Estadio han transcurrido 34 temporadas en las que el hoy vetusto campo ha albergado ininterrumpidamente, todos los partidos de las competiciones de Tercera División y Segunda División B, además de varias participaciones en la Copa del Rey y Copa Federación.
Han sido, desde aquella fecha 25 temporadas en la Tercera División, primero en la catalana, hasta la 1979-80, y más tarde en la Balear, y otras 8 en la Segunda División B. La actual, tristemente mutilada antes de tiempo, habría sido la novena en la categoría de bronce.
Diario de Menorca
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