Les separan un buen puñado de kilómetros, pero poco más. Acaso tres puntos en la clasificación, fruto del avance del Penya Ciutadella y del inoportuno empate del Menorca en Son Fuster. Pero los dos equipos menorquines de la Liga Nacional Juvenil tienen un sueño en común: ascender a División de Honor. Al margen del Mallorca, líder solvente pero que no puede subir al ser un filial, nadie ha podido contestar la tiranía que ejercen ambos conjuntos en el torneo, al que le resta un último tramo excitante. Tanto, que en la antepenúltima jornada podrían jugarse el ascenso en el Estadi Maonès: «Ojalá», sostienen Lluís Vidal y Tòbal Tudurí, los técnicos que han moldeado esta gesta.

Justo en el año de la defunción del Sporting Mahonés y con Alaior y Ferreries enganchados al suero, el fútbol sub 18 ha sacado la cara por el balompié de la Isla. Aseguran sus técnicos que esta situación denuncia «el buen trabajo» que se viene desarrollando con la base, y así lo imponen los números. Además de la aseada trayectoria del Dosa, 11º clasificado con 29 puntos, Menorca y Penya Ciutadella libran una batalla fratricida por el ascenso.

Los de Maó son segundos con 41 puntos, sólo han concedido 2 derrotas en todo lo que llevamos de curso, apilan 8 jornadas sin perder y han sumado 20 de los últimos 24 puntos posibles. Con todo, Vidal redacta un discurso prudente: «Estamos haciendo las cosas bien, pero esta liga es muy igualada. Sólo llevamos 7 puntos de ventaja sobre equipos como Sant Jordi o Espanya, por lo que, al margen del Penya Ciutadella, hay que tener en cuenta al resto de rivales», advierte.

Hacia la misma dirección apunta Tudurí, pese a que los de Ponent son terceros en la clasificación con 38 puntos, han logrado 9 de los últimos 12 puntos y vienen de ganar en Manacor: «Esta competición está muy equilibrada y no es de extrañar que cualquiera pueda perder dos partidos seguidos. Siempre tienes la sensación de que puedes ganar o perder en cualquier momento, por lo que creo que todavía es pronto para pensar que el ascenso va a ser una cosa entre el Menorca y nosotros», estima el preparador menorquín.

Pero lo cierto es que así lo indican sus trayectorias, al alza desde que se levantara el telón. Sin ir más lejos, el Menorca sólo ha perdido ante Mallorca y La Salle y ambos por la mínima. Por eso el ascenso es ahora un objetivo tangible: «Es una categoría interesante, fundamental así como está el fútbol menorquín. Tenemos la suerte de tener una plantilla joven y muchos jugadores continuarían el año que viene», expone Lluís Vidal. «Si se diera la circunstancia de que pudiéramos ascender nos quedaría 13 o 14 jugadores de esta temporada, aunque no nos vamos a obsesionar ahora con ascender y sí con mejorar», recoge Tòbal Tudurí.

El calendario, muy similar para ambos en el trayecto definitivo –el Menorca tiene más partidos en casa–, ha querido que se enfrenten en la antepenúltima jornada y el ascenso podía estar por medio: «Si seguimos así ese partido puede ser clave, decisivo. Ojalá allí nos juguemos el ascenso porque significaría que un equipo menorquín jugaría el año que viene en División de Honor», rematan los dos entrenadores. En la primera vuelta el Menorca se impuso por 0-3.

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