La victoria de anoche por 4-0 ante el Villarreal ha sido un bálsamo para el primer equipo. Joaquín Caparrós y el cuerpo técnico se citaban con los profesionales unas horas después del gran triunfo ante el cuadro castellonense.

El partido dejaba mucho más que tres puntos en el casillero mallorquinista. Y es que con 28 puntos, la distancia con la zona europea y el descenso es la misma, está a cinco puntos; algo que da mucha fuerza y moral al equipo. Asimismo se lograba la segunda victoria consecutiva en casa después del partido del Betis; no se marcaban cuatro goles en Liga desde 2009 ante el Tenerife o bien que Víctor Casadesús entra en la élite de los goleadores mallorquinistas.

Por todos estos y muchos más motivos, el Mallorca trabajaba con una actitud diferente en este lunes. Como es habitual, los titulares de anoche trabajaban con el preparador físico Pep Alomar para hacer la recuperación mientras que los que disponían de menos minutos o no convocados hacían un duro trabajo físico con Aurelio Ruiz, preparador físico para después comenzar con el entrenamiento con balón. Del primer grupo se retiraban un poco antes Martí Crespí, Nunes y Castro para terminar el trabajo en las instalaciones interiores.

Una buena noticia era hoy el primer entrenamiento de Pau Cendrós sobre el césped. Entrada ya en la segunda semana de lesión, el lateral derecho comenzaba a hacer carrera continua junto al recuperador Martí Ferragut.

El técnico mallorquinista ha dado un día de descanso a sus futbolistas para a partir del miércoles poder preparar el partido del domingo a las 18h ante la Real Sociedad en Anoeta.

RCDM