Domingo antes de almorzar, todo su equipo fue a jugar, pero no pudo jugar porque tenía que planchar… ¡Qué lejos ha quedado la canción del payaso Fofó. Poco a poco la sociedad va evolucionando y el machismo de antaño ya no es tal. Fiel reflejo es el fútbol, llamado deporte rey, donde las féminas tienen cada día un papel más relevante. Un hipotético once inicial formado por jugadoras, entrenadoras, presidentas, jefas de prensa, agentes de futbolistas, abogadas, psicólogas, médicas, presidentas de peñas, árbitras y periodistas, lucha en el Día Internacional de la Mujer porque sean consideradas actrices principales en un escenario que aún les sigue tratando de manera diferente.
Jugadoras
La Liga Nacional femenina fue creada por la RFEF la temporada 1988-89, una competición de nueve equipos que apenas tenía repercusión. 24 años después de su nacimiento, España cuenta con 24.906 fichas de féminas practicantes. «Hemos pasado de estar olvidadas en nuestros clubes a sentirnos parte activa y valoradas», comenta Lara Rabal, institución de un Espanyol en el que milita desde 1994. «El fútbol nos maltrata desde la base impidiendo a las niñas competir junto a los niños», señala Verónica Boquete, mejor futbolista española y top en el ámbito internacional. «No hacemos más que hablar de igualdad, pero realmente no la tenemos. Sueño con que un día no tengamos que reclamarla porque ya será una realidad. En otros países, ese concepto ya está asimilado no solo en la teoría, sino también en la práctica», añade la gallega, que ha vivido experiencias futbolísticas en España, Estados Unidos, Rusia y ahora en el Tyresö sueco.
Entrenadoras
Desde que en 1991 Pilar Vargas fuera la primera mujer en obtener el título nacional, las féminas han intentado sin mucho acierto hacerse un hueco en los banquillos. No lo han logrado ni en el fútbol masculino, donde no hay experiencias reseñables; ni en el femenino, donde los 18 equipos de Primera división y la selección tienen el puesto ocupado por hombres. Las seleccionadoras de países como Alemania, Suecia, Estados Unidos, Suiza, Inglaterra, … contrastan con los 23 años que lleva Ignacio Quereda dirigiendo la absoluta femenina de la La Roja. «A las mujeres nos cuesta llegar porque no hay oportunidades. Hay que luchar porque una persona se siente en el banquillo independientemente del sexo. Ojalá llegue el día en que una mujer dirija un equipo masculino. ¡Me ofrezco a ser la primera!», exclama con humor Carmen López, seleccionadora sub 18 de la selección madrileña. «De todas las federaciones, la de fútbol es la más machista, la más obsoleta, a la que más le cuesta evolucionar y donde el papel de la mujer está peor visto. Nosotras tenemos que demostrar mucho más que los hombres para hacer el mismo trabajo», comenta Karmele Tórez, en su día preparadora del Villaverde.
Presidentas
En 1980, María Ignacia Hoppichler se convirtió en Lorca en la primera presidenta de un club de fútbol profesional. Después llegarían otras como María Teresa Rivero en el Rayo Vallecano o Susana Duque en el Recreativo de Huelva. Hoy en día hay que remontarse a la Segunda División B para ver a una fémina presidir el palco. «Cuesta mucho ser mujer en el fútbol, pero el trabajo se facilita cada vez más porque cada vez ocupamos cargos de más relevancia», señala Isabel Tarragó, presidenta del Llagostera, que vive su cuarta temporada al frente del cuadro catalán. Once lleva Lola Romero dirigiendo al Atlético de Madrid féminas. «El fútbol siempre ha estado destinado a los hombres, pero estamos haciéndonos nuestro hueco. Yo no proyecto igualdad porque todos somos distintos, pero sí una tolerancia hasta hoy cuestionable. Las mujeres también sabemos dirigir, entrenar, jugar, … sólo hace falta que nos dejen demostrarlo», apunta la rojiblanca, que demanda más apoyo por parte de patrocinadores y medios de comunicación.
Jefas de prensa
Dicen que las mujeres tienen mano derecha para tratar temas delicados como lidiar a la par con jugadores, prensa y club. Botón de muestra es la selección española, donde Paloma Antoranz lleva ejerciendo de Jefa de Prensa desde 2005. «Nunca he tenido más problemas que las meras anécdotas de ser la única mujer en una reunión de la FIFA o verte vetada por países como Irán, cuyo ejercicio con la mujer es muy diferente respecto al hombre. En España vamos acorde a la evolución de la sociedad. Tenemos una perspectiva distinta para lo bueno y lo malo, cosas veredes como no entrar -por norma general- en el vestuario o saber que un jugador no te va a echar la bronca por el hecho de ser mujer», añade.
Agentes de futbolistas
Aunque suelen estar a la sombra, cada vez es más habitual advertir a féminas llevando los contratos de muchos futbolistas. Margarita Pilar Garay, directora general de Bahía Sport, fue la primera española en conseguir la licencia de Agente FIFA y ha llevado los fichajes de Fernando Torres por el Liverpool y Chelsea. «Es una profesión difícil porque no es sólo tener la licencia, sino también contactos y dinero que invertir», asegura Nuria Bermúdez. «Puede que a los jugadores les cueste más confiar en una mujer, ya que es algo nuevo y pueden existir prejuicios contra nosotras, pero el respeto se termina consiguiendo con el trabajo y el esfuerzo», matiza Arancha Carvajal.
Abogadas
En materia legal, Carmen María Domínguez fue la primera mujer que se dejó ver como abogada especializada en temas jurídicos en el Oviedo de comienzo de los 90′. Luego han sido muchas letradas la que, especializadas en materia deportiva, han sido protagonistas en el deporte rey. «En mi sector se tiene más en cuenta otros factores que el sexo que tienes», puntualiza Melanie Schärer, abogada FIFA que lleva el proceso de reorganización institucional, legal y financiera del Racing de Santander. «Ya hay mujeres trabajando en solitario en los diferentes ámbitos del fútbol, pero necesitamos organizarnos con la finalidad de llegar a ocupar cargos de relevancia y lograr una representación igualitaria de hombres y mujeres tanto en el fútbol masculino como en el femenino», añade.
Psicólogas
La exigencia de la competición de elite ha ido incorporando al deporte la figura del psicólogo deportivo. En el fútbol, Roxana Llames en el Sporting de Gijón y Marisa Sanjuán, Edurne González y María Ruiz en el Athletic de Bilbao abrieron una puerta por la que también ha pasado Patricia Ramírez, que vive su segunda temporada en el Betis. «El fútbol tiene su selección natural. Una mujer no puede pretender romper la dinámica de este deporte y sentirse humillada con determinados comentarios o bromas que una soporta en su día a día por parte de su círculo más cercano. Mi figura quizá tiene menos problemas de adaptación al estar asociada tanto a hombres como a mujeres», dice.
Médicas
María Gracia fue pionera en 1991 al convertirse en la primera jefa de los servicios médicos de un club como el Villarreal. Aún es rara avis ver a una mujer vestida de bata blanca, pero el buen hacer de médicas como Ana de la Torre, que lleva seis años en el Getafe, ayudan a creer en la evolución. «El fútbol era tabú para las mujeres y aún es una barrera a superar. Al principio los jugadores están a la defensiva, pero luego te acaban viendo como una profesional y no una mujer. Llama más la atención a compañeros en otros clubes, pero será algo que irá cambiando con el paso del tiempo», apunta.
Árbitras
La figura del árbitro es quizá la más polémica en el mundo del fútbol, sintonía que se repite al hablar de hombres o mujeres. Desde que Rosa Bonet abriera la veda en 1980, las féminas se han dejado notar silbato en boca. «Los insultos se hacen a la figura del árbitro independientemente de si es hombre o mujer. Lo que pasa es que intentan hacerte daño donde duele. El capítulo más oscuro que he vivido fue en 2004, en mi debut en Segunda División como asistente, cuando el jugador del Tenerife Daniel Fagiani tras perder en Valladolid afirmó: ‘Hemos perdido porque había una mujer», comenta María Luisa Villa, federada desde 1997 y con dos Mundiales, una Eurocopa, dos Juegos Olímpicos y más de 150 internacionalidades a sus espaldas. «Antes las niñas sólo podían jugar en el colegio al baloncesto o al balonmano; ahora, gracias a Dios, vamos viendo normal que se diviertan con el fútbol», añade.
Periodistas
La mujer gana terreno poco a poco en el periodismo deportivo, si bien aún su porcentaje en las redacciones no es comparable al de sus homólogos masculinos. «Yo crecí admirando a mitos como María Escario y Olga Viza y ahora somos cada vez más», confiesa Susana Guasch, compañera de LaSexta. «El fútbol sigue siendo machista porque hay hombres que no entienden que se lo pueda contar una mujer. Creo que a pie de campo los futbolistas te respetan más por ser fémina y evitas algún que otro empujón…», añade. «Me quedo con la evolución de la sociedad y el papel de la mujer en el fútbol», finiquita.
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