Alineaciones:
España: Lola Gallardo, Ana Rodríguez, Ivana Andrés, Andrea Pereira, Laura Gutiérrez, Gema Gili, Virginia Torrecilla, Nagore Calderón, Amanda Sampedro (Nerea Pérez)), Alexia Putellas, Raquel Pinel (Paloma Lázaro).
Rusia: Fedorova, Stukalona, Pasisnyk (Lopatina), Orlova, Efinnova, Snezhana, Pantruchina (Somolova), Blynskal, Brukanova, Kiskonen, Kostina.
Goles: 1-0, min. 24, Amanda Sampedro; 2-0, min. 29, Amanda Sampedro; 3-0, min. 40, Alexia Putellas; 4-0, min. 54, Nagore Calderón (pen.)
Árbitros: Betina Norman (DIN), Frida NIelsen (DIN), Christina Biehl (ALE).
Comentario:
La Selección Sub-19 dirigida por Ángel Vilda logró otra importante victoria en el segundo partido de la Ronda Élite ante la selección anfitriona, Rusia. Los tantos españoles fueron obra de Amanda Sampedro en dos ocasiones, Alexia Putellas y Nagaore Calderón de penalti.
«Es una final, chicas», se gritaban las jugadoras justo antes del pitido inicial, y bien que se planteó el partido como tal. Porque Rusia sabía que un mal resultado le sacaba del torneo, y España quería imponerse tras la suspensión de ayer y con el campo en propicias condiciones para jugar al fútbol. Desde la banda, comenzó el partido con Vilda pidiendo tranquilidad y movimiento en la circulación de balón, ante una Rusia fuerte físicamente y que a balón parado mandó un par de recados a la portería española, bien respondidos por Lola Gallardo. Mientras, en el centro del campo se libraba la batalla, con las rusas bien colocadas en el terreno de juego y queriendo forzar el error español.
Pero ante el buen posicionamiento de Rusia, España movió el balón y la rotación de posiciones, y por banda izquierda comenzó a buscar centros peligrosos Alexia Putellas. En todo caso, la primer oportunidad llegó de una magnífica jugada de Amanda Sampedro, que se marchó con un regate sensacional por la línea de fondo de la defensora y puso un centro que remató Alexia, aunque lo detuvo la meta rusa. A los pocos minutos, en el veinticuatro, fue a l revés, y la internada de Alexia por la derecha la remató Amanda con el primero gol de la mañana.
España continuó buscando su juego, «seguimos cero a cero», gritaban Gema Gili y Lola Gallardo, pero en esas llegó el segundo tanto. Alexia hacía daño incrustada en la media punta, y dio otro pase para que Amanda, dentro del área, se sacara un chut imparable para la meta, y convirtiera el segundo en el marcado. Era el minuto 29. A partir de ahí, con la confianza que generaba el resultado a favor, empezó el recital de toque de España, la España que ha sellado su identidad a base de juego en el mundo del fútbol: equipo colocado a lo ancho del campo, ocupando todo el espacio, tocando en raso, buscando las paredes, la movilidad de las puntas, la permuta de posiciones, y llegando a la portería contraria. Así, llegó el tercero, en el minuto 40, obra de Alexia Putellas, que acertó con un balón rechazado por la meta rusa. Con el tres a cero, el partido se embarulló, en parte por las constantes faltas que recibieron las jugadoras españolas, pero se llegó al descanso sin mayores novedades.
El segundo tiempo sirvió para consolidar la ambición de España, que quería más y por eso mantuvo la intensidad de juego. Fruto de éste, llegaron las oportunidades, y de un balón bien protegido por Raquel Pinel dentro del área surgió un penalti que transformó Nagore Calderón en el cuarto gol de España, en el minuto 54. Y España siguió. Saltó al terreno de juego Paloma Lázaro por Raquel Pinel, y empezaron a llegar las llegadas más cómodas de España. Alexia probó a la meta desde fuera del área y estrelló un balón en el travesaño.
Vilda aprovechó la ventaja en el marcador para alternar posiciones de sus jugadoras y dar salida a más futbolistas. En el segundo tiempo Virginia Torrecilla ocupó el lateral izquierdo para que Ana Rodríguez pasara al mediocentro. Entró Nerea Pérez por Amanda Sampedro, que había sufrido un par de golpes de las jugadoras contrarias, y el Seleccionador dio minutos a Esther Sullastres, que salió por Lola Gallardo. Con veinte minutos por delante, la Selección Española seguía jugando donde le gusta, en campo contrario. De la combinación en la media punta surgió un zapatazo de Ana Rodríguez, que de nuevo se estrelló en el palo. Las rusas acusaban el esfuerzo físico y los goles españoles y apenas incomodaban la portería española, apenas en un remate que se fue lejos de la meta tras un saque de falta.
Así las cosas, y con las españolas sufriendo entradas duras, era el momento de jugar con inteligencia, mover el balón y seguir buscando las oportunidades. Y eso hizo España en el tramo final de partido.
RFEF
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