La Liga del grupo XI de Tercera División entra en su recta final y los tres equipos ibicencos participantes, Peña Deportiva, Sant Rafel y Atlético Isleño, no han dicho aún su última palabra. Todos ellos aún tienen objetivos por conquistar y disputarán 18 puntos que dictarán sentencia.
Los peñistas siguen en la lucha por acabar el campeonato entre los cuatro primeros clasificados, pero ya no dependen de sí mismos. La última derrota frente al Binissalem, en el partido jugado el pasado Jueves Santo, ha vuelto a minar la credibilidad de los de Santa Eulària, que no pueden fallar más y deberán esperar los errores de los equipos que están arriba para disputar el play-off de ascenso a Segunda B.
Por delante del equipo que entrena Matías Fernández se encuentran seis conjuntos. Aunque las matemáticas aún digan lo contrario, el líder, el Constancia, es inalcanzable. También muy alejado está el Binissalem, ahora ya 11 puntos por encima. Por tanto, la lucha a día de hoy parece que será con el Llosetense, que tiene cuatro puntos más que los peñistas, y el Montuïri, que suma tres puntos más.
Sin embargo, con las mismas pretensiones que la Peña Deportiva se encuentran el Santanyí, quinto con una renta de tres puntos sobre los pitiusos, y el Sant Rafel, sexto con dos puntos más que los santaeulalienses. Al Santanyí se enfrenta el próximo fin de semana, por lo que una victoria de los de Fernández apretaría un poco más las cosas entre los aspirantes a disputar la liguilla de ascenso.
El invitado silencioso en esta pugna son los rafelers, que en sus planes no tenía estar entre los mejores. Con la permanencia sobradamente conseguida, el bloque dirigido por Mario Ormaechea tiene en sus manos hacer historia y jugar por primera vez un play-off para intentar subir a la categoría de bronce del fútbol español.
Los sanantonienses están a solo un punto de Santanyí y Montuïri y a dos del Llosetense. Los tres rivales son alcanzables aún, aunque la empresa parece bastante complicada.
Los ´rafelers´, competitivos
El Sant Rafel tiene a su favor que es un equipo competitivo y capaz de culminar la gesta. En contra, muchos factores: las lesiones tienen en cuadro a la plantilla; los pitiusos no dependen exclusivamente de sí mismos; y el calendario no le es demasiado favorable, ya que en los últimos dos partidos se enfrentará a los dos primeros clasificados del campeonato: Binissalem fuera y Constancia en casa para cerrar la Liga.
En situación completamente diferente se encuentra el Atlético Isleño, cuya preocupación es no bajar a Regional. Los de Vila son actualmente decimocuartos y se encuentran fuera de peligro, pero miran de reojo el pozo del descenso. Solo tres puntos los separan del abismo, que marca el Felanitx.
Por el momento, hay tres billetes con destino a la Regional, pero aún falta por conocer a sus propietarios. Pero las plazas de descenso aumentarán casi con total seguridad debido a que es muy probable que el Manacor baje a Segunda B. Además, si el Sporting Mahonés, ya descendido, paga las deudas con sus jugadores, podría salir en Tercera.
Por otro lado, habrá que ver cuantos equipos de los que se mantengan en Tercera tienen solvencia económica para continuar su proyecto en la categoría.
Diario de Ibiza
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